Jonathan Tabu tuvo buenas sensaciones antes, durante y, por supuesto, después de ganar al Barcelona. "Antes del partido pensé que íbamos a ganar, por supuesto, y de la manera que empezamos, sabíamos que debíamos hacerlo de la mejor manera posible y lo hicimos, así que entonces nos sentimos fuertes los 40 minutos, pudimos mantenernos arriba en el marcador y todo el mundo jugó de manera muy consistente", resume el belga. Durante el encuentro, anotó hasta 19 puntos, algunos decisivos. "Cada canasta era como un gol en fútbol, así que es una gran sensación", recuerda.

Y después, cientos de mensajes, llamadas, incluso por la calle. "No los he contado pero fueron muchos. Los más importantes para mí fueron de mi familia porque me vieron desde Bélgica. Incluso me enviaron algunos excompañeros y fueron muy buenos porque llevaba dos partidos sin hacerlo muy bien y realmente necesitaba jugar como el otro día. Mi familia estaba feliz por mí y eso es lo más importante. Por supuesto, los aficionados, los vecinos... todo el mundo te felicita. Entras en una tienda y alguien se te acerca para decirte, 'gran partido' y es una gran sensación", indica.

Como Sanikidze, cree que fue su mejor actuación con el CAI. "Sí, lo creo porque fue un partido completo, organicé el equipo, anoté, jugué en defensa, rebotes, pases, anoté canastas importantes, así que fue un partido completo con el CAI y, además, contra el Barcelona, así que mucho mejor", explica. La clave, la intensidad y pasión que cada uno de los jugadores puso sobre la pista. "Contra un equipo como el Barcelona o el Madrid creo que no ganas con la táctica sino con el corazón, peleando cada balón dividido, tirándote al suelo a por la pelota, creo que es en esas pequeñas situaciones en las que se ganan estos partidos porque son equipos que están compitiendo por la Euroliga, hay que ganarles con el corazón y con el deseo de ganarles".

Además, le tocó asumir el mando del equipo por la enfermedad a finales de semana de Pedro Llompart y Tabu lo hizo encantado. "Prefiero tener más responsabilidad porque cuando la tengo elevo mi juego, pero sé que no es siempre así y cuando menos juego creo que mi juego es un poco peor, es normal. Tengo que mantener esta energía, la misma consistencia cada partido, lo que no es fácil cuando juegas menos", señala.