«Carlos Alocén es uno de los jugadores más prometedores de la cantera, todavía es U20 y ya en Zaragoza esta temporada en ACB ha demostrado que está preparado para afrontar este reto». Es la explicación de Sergio Scariolo a la inclusión del zaragozano en la lista de 14 jugadores convocados para los dos últimos partidos de las ventanas FIBA, ante Letonia y Turquía (22 y 25 de febrero). Tras una sólida y destacada trayectoria en las cateogorías inferiores, Carlos Alocén participará en su primera experiencia con la absoluta con 18 años recién cumplidos y con opciones de convertirse en el internacional número 16 de Aragón en toda su historia.

El Tecnyconta aporta también a Jonathan Barreiro, mientras que en esta ocasión Fran Vázquez tendrá descanso para recuperarse de sus molestias en el tendón de Aquiles. En la lista habrá dos aragoneses, puesto que el también base zaragozano Rodrigo San Miguel repite convocatoria. Algo que no sucedía desde el año 2000 con los hermanos Angulo.

«Al principio fue un poco de shock porque no te lo crees, la verdad es que me quedé un poco flipando. No esperábamos esta convocatoria pero no deja de ser un éxito de todos, hay mucha gente detrás, y sobre todo de la cantera», señaló el zaragozano. Compartir puesto y convocatoria con San Miguel es otro motivo de alegría. «Rodrigo siempre ha sido un espejo. Teniendo la suerte de compartir posición voy a intentar aprender lo máximo de él y a llevar una carrera tan exitosa como la suya», aseguró.

Que Carlos Alocén tiene talento es evidente. Que podía llegar este momento es algo que casi todos auguraban. Que sucediera todo tan pronto ha sido una sorpresa y ha multiplicado el impacto de la llamada de Scariolo. «No lo podíamos ni soñar, ha sido una alegría enorme. No entraba en nuestros cálculos, lo está haciendo bien pero ha sido una gran sorpresa. Para él ha sido la mayor sorpresa, no se podía imaginar estar en los planes de una selección absoluta con solo 18 años», explica su padre, Alberto.

Tampoco lo esperaba uno de los entrenadores que mejor lo conocen, Carlos Iglesias. «Es otro pasito más en su corta carrera pero ya muy fructífera. Y apuntando un poco lo que veníamos adivinando poco a poco, que es un jugador con un tremendo talento pero sobre todo con un deseo, una personalidad y una cabeza muy bien amueblada, un buen entorno, con buenos ingredientes para que esto se pueda dar», señala el expreparador de la cantera del Tecnyconta.

Para él también ha supuesto una gran ilusión y alegría este premio. «Simplemente que esté en la convocatoria de una selección tan potente como la española es motivo de satisfacción enorme y de ilusión. Me consta, porque he hablado con él, que está tremendamente emocionado y que es una convocatoria que le llena de ilusión», explica. Iglesias tiene claro que Alocén tiene talento, mucho talento, pero eso no es suficiente ni lo que diferencia al jugador. «Es indiscutible que tiene un talento extraordinario pero él sabe que no es suficiente, ese es el hecho diferencial. Él sabe que tiene que trabajar otras cosas, otros aspectos del juego que no domina y tiene que dominarlos y tiene una determinación absoluta de mejorar y trabajar incansablemente para ser mejor jugador», desvela.

LOS FACTORES

Iglesias no esperaba un rendimiento tan prematuro de Alocén y destaca el mérito del jugador pero también las circunstancias que le han ayudado. «El porcentaje mayoritario del mérito es suyo. Pero hay que decir que hay una apuesta clara del club y del entrenador. Si tiene que jugar el final del partido, juega el final del partido. También creo que este año, y esto visto desde fuera, los jugadores que tiene alrededor, tipo Seibutis, Fran Vázquez, Nacho Martín, son un grupo de veteranos que les ayudan muchísimo. No solo juega los finales muchas veces, es que es el capitán del equipo y los veteranos apoyan eso y lo ven con buenos ojos. El mérito fundamental es del jugador, de muy largo, pero hay otros factores que hay que resaltar». Muchas circunstancias y mucho trabajo detrás de mucha gente. Pero Iglesias lo resume sencillamente: «Nada es un regalo. Todo esto pasa porque lo merece».