El CAI Zaragoza se dio al fin un homenaje a sí mismo, se regaló un partido tranquilo, ofreció su mejor cara de la temporada, la más convincente, para superar al UCAM Murcia, al que redujo desde el inicio a una versión empobrecida del equipo revelación del curso. Ganó dos veces el equipo de Joaquín Ruiz Lorente porque no solo se llevó el marcador sino que conquistó también al público, que volvió a disfrutar con el juego, la entrega y el acierto, que se puso de pie en varias ocasiones, que ovacionó y animó a los suyos. El CAI parece haber encontrado su camino o, como poco, haber empezado a dar pasos en la dirección correcta.

La victoria frente al Murcia (82-63) fue el mejor partido del CAI hasta la fecha, el más completo, aunque todavía no redondo. Al equipo le queda camino por delante y diferentes aspectos por pulir, pero ayer se demostró algunas de las cosas de las que puede ser capaz. Por ejemplo, de dominar un partido. No lo había hecho aún, emplazándose siempre a finales agónicos en los que el resultado era un cara o cruz, y ayer salió a morder, a marcar territorio desde el principio, a decirle al rival que en Zaragoza, manda el CAI. Apretó en defensa provocando el colapso en ataque del segundo mejor ataque de la competición. El UCAM Murcia promediaba 82 puntos y ayer anotó 63. Ese es el camino del CAI Zaragoza.

LÍDER LLOMPART

También mejoró notablemente en ataque, con acciones más claras, mayor fluidez en la circulación de balón y un mejor equilibrio entre el juego interior y exterior. Hasta pudo correr más que nunca esta temporada, fruto de su intensidad atrás. Tuvo mucho que ver en esa mejora ofensiva Pedro Llompart, magistral en el puesto de uno dirigiendo y sumando para su equipo sin necesidad de anotar. Con 4 puntos fue el más valorado (24) porque hizo un doble-doble en rebotes y asistencias: 11-11. También fue importante la aportación de Jelovac y Katic por dentro y de Robinson por fuera. Y la de Joan Sastre, que se ganó al público con acciones espectaculares en ambos aros, taponando aquí y machacando a una mano allí.

Tuvo también sus altibajos el equipo aragonés y problemas que le fueron surgiendo por el camino. Aunque mejoró notablemente en el rebote, cuyo dominio es otra de las explicaciones del triunfo, siguió concediendo excesivas pérdidas --hasta 17--, fruto de acciones precipitadas y pases con un riesgo innecesario. Además, hubo de sobreponerse a la baja inesperada de Henk Norel. El holandés entró a falta de tres minutos para la conclusión del primer cuarto y tuvo que volver a salir un minuto y catorce segundos después con un golpe en el tobillo.

Hasta la segunda parte no volvió al banquillo y ya no saltó a la pista, lo que dejó mermado el juego interior. Más minutos para Katic, más tiempo para Jelovac en el cinco y primeros minutos de juego de la temporada para Albert Fontet, que se llevó el cariño de la grada. El CAI Zaragoza controló casi siempre --la victoria no peligró en toda la mañana-- aunque el Murcia intentó recuperarse de la mano de Cabezas y Wood. Recortó distancias el equipo de Diego Ocampo aprovechando los peores momentos del CAI, sobre todo en el segundo cuarto. En cuanto los aragoneses volvieron a ponerse el mono de trabajo en defensa retomaron el control del partido y se marcaron el camino a seguir en el futuro.