Jugar el mejor partido del último mes fue insuficiente para el CAI Zaragoza en el Palacio de los Deportes. El Real Madrid impuso su ley con un ritmo menor que en otras ocasiones, con algunas dificultades en la primera parte por el buen hacer aragonés, pero con la misma eficacia cuando los dos bases se pusieron manos a la obra y con un Rudy Fernández superlativo, capaz de anotar 15 de los 25 puntos de su equipo en el último cuarto (30 en total, 40 de valoración y MVP de la jornada), para que el conjunto de Pablo Laso continúe con paso firme hacia el primer puesto de la Liga regular.

El CAI cumplió con su objetivo principal. Sus sensaciones fueron mejores que en semanas pasadas, estuvo por delante en el marcador durante 25 minutos con un buen baloncesto ofensivo y un encomiable trabajo atrás. La victoria era un imposible, pero el CAI sí ganó algo, a lo que ahora debe dar continuidad en las próximas semanas para asegurar su presencia en el playoff. El CAI conserva el séptimo puesto, empatado a 16 triunfos con el Laboral Kutxa (al que debe recibir en casa) y el Cajasol. Al menos la derrota del Joventut a manos del Murcia le da un respiro porque se mantiene con dos victorias de ventaja sobre el conjunto verdinegro.

Resultado aparte, lo mejor que puede decirse del CAI es que volvió a sentirse el CAI durante muchos minutos. Hasta que el Madrid aceleró en el tramo final, el ritmo de inicio lo marcó el equipo aragonés, capaz de cerrar con acierto a los interiores blancos y de recuperar el dinamismo en ataque con acciones bien jugadas y acabadas. La primera parte del equipo de José Luis Abós no tuvo prácticamente ningún pero. El CAI no dejó correr al Madrid aunque propuso un duelo intenso, dejó al equipo más anotador de la competición en solo 14 puntos, anuló a los interiores, buscó con criterio sus mejores acciones ofensivas, ganó el rebote --incluso el ofensivo-- y, en definitiva, superó a su rival en todos los apartados estadísticos pero, sobre todo y más importante, en el juego.

Pere Tomás fue la gran novedad en el quinteto inicial de José Luis Abós. Inédito hace siete días en San Sebastián, ayer saltó de inicio al Palacio de los Deportes con la idea de frenar a Rudy Fernández. No pudo hacerlo, el internacional había anotado siete de los primeros nueve puntos de su equipo, pero al menos tuvo una interesante aportación ofensiva. La segunda falta de Rudy fue un alivio para el CAI que, sin el internacional en pista, aprovechó para seguir gobernando el marcador. Sanikidze estuvo mucho más activo que en anteriores jornadas, Llompart pareció recuperado, Rudez posteó con acierto, Jones ha vuelto en plena forma.

CAMBIO DEFENSIVO

El CAI pudo mandar en el marcador hasta el minuto 27 y con hasta siete puntos de ventaja (49-56), después de un inicio fulgurante del segundo tiempo, con tres triples de Tabu, Stefansson y Jones y un 2+1 del texano que pusieron la máxima ventaja. Llull tiró entonces del carro blanco con ocho puntos consecutivos y el Real Madrid se aplicó con mayo intensidad atrás. Cambió su defensa a una zona y el CAI, sin Jones en pista, sufrió para anotar.

El CAI había controlado prácticamente todo, había dominado el tiempo y el juego, pero no pudo controlar el talento de Rudy Fernández. La mayor amplitud de plantilla de que dispone Pablo Laso permite al líder imponer un mayor ritmo en los instantes finales, cuando los rivales empiezan a estar cansados, y cambiar el signo de un partido en un abrir y cerrar de ojos. Le sucedió también al CAI, que tan pronto estaba arriba en el marcador como se vio siete abajo al final del tercer cuarto (67-60).

En ese momento, el Madrid por fin se sintió cómodo y empezó a desplegar su mejor juego, mientras el CAI vio imposible darle la vuelta al marcador. El encuentro se rompió y dejó paso a algunas jugadas espectaculares, a los pases imposibles que solo ve Sergio Rodríguez y los vuelos de Rudy. El CAI Zaragoza aceptó su destino, el mismo que el de cualquier equipo ACB a excepción del Valencia, y, aunque se marchó derrotado del Palacio, no lo hizo hundido como en jornadas anteriores.