Ganar dos encuentros en siete jornadas no es propio de un equipo que pretende ascender de categoría. "Estamos donde no queremos estar, pero sabemos dónde queremos estar", reconoce Oscar Quintana, el técnico del CAI, cuyo nombre lleva en el punto de mira de una posible destitución desde la derrota del pasado viernes ante el Melilla, aunque ha sido ratificado por el club. "No pienso en mi cargo y me da igual, sólo me centro en mi trabajo y en que el equipo lo haga bien", continúa el preparador cántabro, que ayer se mostraba muy optimista respecto al encuentro de hoy pese a que el proyecto rojillo se tambalea una vez más. Después de una semana agitada, con turbulencias pero sin consecuencias aparentes, el CAI debe mostrar esta noche (21.00 horas) en Tarragona que continúa vivo y que este equipo es tan válido como se anunciaba para el ascenso.

Desde que el CAI sumó su quinta derrota en la Liga se han sucedido las conversaciones dentro del club en todos los sentidos. "Hemos hablado mucho durante la semana y ahora tenemos que actuar", manifiesta Quintana, que no duda en señalar los últimos siete días como los mejores en la preparación del equipo porque ha podido contar, por fin, con el cuarto pívot y con un grupo lo suficientemente amplio de jugadores. "Esta ha sido la mejor semana de trabajo y el equipo está físicamente bien. Anímicamente estaremos mejor mañana --por hoy-- después del partido", asegura el técnico del equipo aragonés.

TODOS PREPARADOS La confianza parece absoluta pero, en caso de derrota esta noche, Oscar Quintana tendrá todas las papeletas para abandonar un cargo por el que ya han pasado cuatro técnicos en poco más de dos años de existencia del club. El entrenador podrá contar con todos sus jugadores que, además de encontrarse en perfectas condiciones, aseguran estar concienciados de la situación del equipo. "El vestuario está más unido que nunca. No nos queda otra que dar una respuesta positiva en la pista", argumenta Jesús Cilla. Los principales protagonistas de la particular tragedia del CAI pretenden transmitir tranquilidad, como si no pasara nada, aunque no olvidan que la palabrería no va a salvar a nadie en el caso de que la actual crisis se acentúe y, al menos, saben que la solución está en sus manos. "Nosotros nos hemos metido en esto y nosotros tenemos que salir", dice Quintana.

El primer paso, que no será definitivo pero sí necesario, es ganar en Tarragona a un equipo que, hasta el momento, lleva una mejor trayectoria que el CAI en la competición. El conjunto catalán no podrá contar definitivamente con Anderson Schutte, aunque ayer pudo recuperar de improvisto a Berni Alvarez después de que hace un par de días se le diagnosticara una fisura en un dedo que le debía mantener de baja una semana. Otros jugadores, como Owens con una gastroenteritis, han sufrido diferentes molestias durante la semana, pero no tendrán ningún problema para estar en la pista. El Tarragona suma cuatro victorias, conseguidas en las cinco primeras jornadas, que le han permitido asentarse en la zona media de la tabla en una temporada en la que el objetivo de los catalanes es lograr la permanencia con cierta holgura. El último precedente entre ambos equipos data de la pretemporada, cuando el Tarragona se impuso por 15 puntos de diferencia. "Espero que el partido de hoy no se parezca en nada", pide Quintana.