El CAI Zaragoza confirmó ayer la incorporación inmediata de Borja Fernández para rellenar su rotación interior. El pívot español, cuyo interés del club fue desvelado por este diario el lunes, se ha comprometido por dos meses con el equipo de Oscar Quintana, que con esta adquisición subsana uno de las exigencias que planteaba al club para completar su plantilla. "Estoy ilusionado porque el CAI es el CAI, un equipo ACB en la LEB. Espero hacer un buen papel, porque yo voy a darlo todo", declaró ayer Fernández, que llegará hoy a Zaragoza y se entrenará por la tarde.

El jugador, sin ser un dechado de cualidades, es una pieza con la que el CAI no contaba, ya que su perfil es la de una torre rocosa, de alto poder muscular, reboteador y cuya colaboración se basará en aumentar la competencia interior en los entrenamientos y servir de revulsivo en los partidos. "Soy un chaval de 22 años, que puede aportar defensa, juego interior duro, fuerza atrás y delante. Haré lo que me pida el entrenador. Sé que no han empezado bien, pero hay equipo para mucho más", comentó el asturiano de 2,05 metros.

NUMEROS POBRES Borja Fernández retorna a la LEB después de jugar durante las dos últimas temporadas en Italia. Formado en la cantera del Joventut (con el que debutó en ACB), se marchó al Melilla en la campaña 01-02 (3,6 puntos y 2 rebotes) y luego pasó por el Bilbao (2 puntos y 1,3 rebotes), donde coincidió con Txemi Urtasun. En ambos destinos sus números no fueron nada espectaculares, lo que le obligó a emigrar a Italia. El Napolés de la Lega le permitió este salto durante la pasada campaña, aunque no terminó allí el año y bajó de categoría. Fue en el Ragusa siciliano, el mismo equipo desde el que desembarcó Otis Hill en Zaragoza, donde Borja encontró la tranquilidad necesaria para mejorar sus estadísticas. En la Lega Due, el asturiano logró unos promedios de 6 puntos y 4,6 rebotes en 22 minutos de media con unos porcentajes de 47% en tiros de campo y 72% en los tiros libres. "Preferí no seguir. Y ahora ha llegado el CAI", dijo Borja.

Esta llegada supone el cierre a una petición expresa de Quintana que el club tardaba en completar. Después de perder en Plasencia el viernes pasado, el CAI paralizó la incorporación de Roy Kruiswijk a pesar de que la operación estaba cerrada. Ahora rectifica y ficha a toda velocidad a Fernández.