El CAI Zaragoza se atascó ayer en León y exteriorizó los primeros signos serios de crisis deportiva. El conjunto de Oscar Quintana no encuentra el perfil de aspirante al ascenso que se le adjudica por nombre y calidad de su plantilla y perdió el tercer partido de la temporada después de haberse disputado sólo cinco jornadas en la Liga LEB. El bagaje es preocupante ya que las exigencias del cuadro aragonés son inamovibles y elevadas y la racha negativa puede extenderse más ya que el próximo viernes el CAI continúa su tour en la incómoda pista del Plasencia.

El equipo volvió a mostrarse débil en defensa en León. El cuadro local, otro de los situados en la cabecera de las previsiones en el inicio de la temporada, supo reaccionar al inicio esperanzador del conjunto de Quintana. Al primer cuarto, el CAI se fue ganando por 18-25 y al descanso todavía guardaba una ligera renta (38-41) que hacían pensar en un guión positivo como el que escribió el pasado viernes en Cáceres. Pero no fue así y el León supo adueñarse del partido gracias a un gran tercer periodo y a las ventajas ofensivas que le otorgó un rival que encajó un total de 53 puntos en la segunda mitad, un guarismo deficiente para cualquier equipo de baloncesto.

LA VENGANZA DEL ´PANA´ Sólo Cilla (17 puntos) y Lescano (20 puntos), a pesar de su desafortunada serie en triples (1/6) dieron la talla en un CAI que fue superado en el rebote (38-30) y en la dirección, ya que Pedro Rivero superó a Ciorciari en esta tarea. La intimidación de Higgins (8 tapones) sobre Brown y el acierto exterior de un viejo conocido como Panadero (22 puntos) catapultaron al León hacia la remontada en la segunda parte (fue ganando hasta de 16 puntos) en la que el CAI hizo aguas en defensa. Otro partido más, el rival de los aragoneses tiró más libres (34 por 21).

En el resto de la jornada, el Valls se queda como sorprendente y único invicto de la categoría y repite el papel de sorpresa tan característico de la LEB. Los tarraconenses vencieron al Fuenlabrada (73-67), que como el Murcia en Ourense (87-80) recibieron el primer traspié.