Dormido en defensa y anárquico en ataque, el CAI Zaragoza cayó en San Pablo ante el colista de la Liga Endesa. No le bastó al equipo aragonés con una buena reacción en el tramo final y de nuevo se vio abocado a un final apretado en el que no fue capaz de imponerse, dejando que el Baloncesto Sevilla celebrara por todo lo alto su primera victoria del curso (77-73).

En un duelo jugado a rachas, no tuvo nunca el CAI Zaragoza la intensidad adecuada en defensa, perdiendo de nuevo la batalla del rebote de manera flagrante, concediendo demasiadas oportunidades a un rival que casi no tuvo ni la ocasión de dudar. Diecisiete capturas de diferencia (44-27) es mucha diferencia. Fundamentalmente por ahí se le escapó el partido al equipo de Joaquín Ruiz Lorente. Su escasa defensa no le permitió correr y dio tranquilidad al Sevilla, que pudo no perder la fe en toda la mañana. Hasta quince puntos de diferencia (49-34) logró el equipo local. El mérito del CAI fue saber regresar al partido, ponerse incluso por delante (61-64) apenas diez minutos después tras anotar 15 puntos en los primeros tres minutos del último cuarto, pero de nuevo el final fue un cara o cruz que salió cruz.

Si la defensa no fue la adecuada, tampoco exhibió el CAI Zaragoza su mejor versión en ataque. Demasiado individualista en muchos momentos. Brilló Jelovac, apareció Goulding, se envalentonó Landry, buenos números de algunos jugadores pero poco juego colectivo, escaso movimiento del balón. Se sostuvo el equipo cuando encontró el acierto desde la línea de tres pero tan rápido como se encendió esa mecha se apagó dejando al equipo sin más recursos. Intentó en algunas fases buscar una referencia interior y la encontró en Katic, pero de manera demasiado intermitente.

REACCIÓN FINAL

El error fue global, pero tampoco aparecieron jugadores que habían destacado jornadas atrás. Entre los dos aleros, Sastre y Tomás, jugaron 14 minutos y con una aportación bien escasa. Tampoco hubo muchas soluciones en el juego interior. Norel, con el tobillo recién recuperado de un esguince, tuvo poco más de siete minutos. Por no tener, no tuvo el CAI Zaragoza ni el inicio fulgurante de sus últimos encuentros. Dejó hacer al Sevilla, que se encontró demasiado cómodo en muchos momentos, y el colista no dejó pasar su oportunidad.

No obstante, el CAI Zaragoza también tuvo su momento, su ocasión para llevarse el partido. El Sevilla no había sido capaz de aguantar 15 puntos de diferencia y el CAI remontó en su tramo de máximo acierto. Era el momento de aprovechar las inercias, la positiva del CAI y la negativa del rival, para que el triunfo cayera como fruta madura. Pero aparecieron de nuevo los errores en el tramo final, defensas insuficientes, ataques imprecisos y una mala gestión de los minutos finales, en los que el resultado parecía una lotería. No le tocó al CAI Zaragoza, que continúa en la zona templada de la tabla y que la próxima semana visita Bilbao.