Con el luto por fuera y por dentro, luciendo crespones negros y guardando un minuto de silencio, el CAI Zaragoza mostró su cara más combativa en Estrasburgo para plantar cara al equipo del seleccionador francés, dominar la primera parte y forzar la prórroga tras un pésimo tercer cuarto para caer con una canasta en el último segundo de Howard. El equipo aragonés no pudo ofrecer el triunfo a José Luis Abós, pero sí le rindió homenaje haciendo lo que el técnico les hubiera pedido, pelear hasta el final, cada balón, cada segundo, para poder salir del partido con la cabeza bien alta, sin nada que reprocharse. Así lo hizo el CAI Zaragoza, que estuvo a punto de ganar a uno de los favoritos y colocarse como líder del grupo. Al menos, la derrota mínima le deja abierta todas las opciones.

Las opciones del CAI se esfumaron casi por completo en el tercer cuarto, en el que un parcial de 22-6 y un total de 35-16 pusieron el marcador muy cuesta arriba para el conjunto de Joaquín Ruiz Lorente. En la primera parte el dominio había sido del CAI. Con la segunda personal muy temprana de Traore, el Estrasburgo tuvo que cambiar de planes y el CAI aprovechó para marcharse en el marcador. El juego del equipo aragonés encontró el equilibrio para que aportaran tanto los interiores como desde el perímetro y Goulding, Norel, Llompart y Robinson firmaron un parcial de 0-10 que dejaba el marcador en franquicia (12-18) al término de los primeros minutos. El CAI consiguió que su rival no anotara durante cinco minutos con una gran defensa.

EL MEJOR MOMENTO

Sin embargo, el Estrasburgo reaccionó desde el triple y el choque se igualó en tres minutos (21-21) para dejar paso a los mejores minutos del CAI. Dos triples consecutivos de Goulding y un juego fluido desembocaron en el tiempo muerto de Collet tras un 0-8 de parcial. Traore y Diot continuaban carándose de faltas y el CAI aprovechó su oportunidad para marcharse al descanso con la máxima ventaja del encuentro, once puntos (26-37).

No le sentó bien el descanso al CAI Zaragoza. El Estrasburgo arrancó con un 9-4 de parcial que le hizo sentirse más cómodo sobre el parquet. El juego francés mejoró considerablemente mientras el aragonés se desdibujaba marcado por las pérdidas de balón. Joaquín Ruiz pedía tiempo muerto a los 26 minutos pero el equipo no consiguió cerrar las vías de agua por las que se le escapaban sus opciones de éxito. El Estrasburgo aprovechó el momento de desconcierto en el CAI para amasar un parcial de 22-6 que, aunque dejó tocado al equipo, no consiguió hundirlo del todo. Los triples de Robinson amortiguaron la caída al término del tercer cuarto (61-53).

EMOCIÓN FINAL

El CAI Zaragoza continuó remando contracorriente para ir acercándose poco a poco en el último cuarto. No obstante, el Estrasburgo conseguió minimizar sus errores para mantener la ventaja de siete puntos a tres minutos del final (69-62). Parecía un imposible, pero el CAI no estaba dispuesto a rendirse, no ayer, no a pesar de todo el dolor. Un triple de Goulding dejó el marcador en 69-67 con 2.10 por delante y los tiros libres llevaron el duelo a un 72-69 a tan solo nueve segundos del final. De nuevo faltas y más faltas para el 74-71 y una falta de tres tiros sobre Llompart a dos segundos del final. El mallorquín hizo gala de toda su templanza para anotar los tres lanzamientos y forzar la prórroga.

En los cinco minutos añadidos, el CAI se puso por delante con un triple de Lisch (76-77) para arrancar una batalla desde el 6,75 con Diot y Jelovac como protagonistas. El marcador cambiaba en cada acción y la incertidumbre no hacía más que aumentar con el paso de los minutos. El Estrasburgo aprovechó que Landry se había dañado el tobillo --y que los árbitros no pararon el encuentro pese a que el CAI defendía con cuatro-- para ponerse 86-84. Lisch empató desde el tiro libre con 19 segundos para el final. El Estrasburgo tuvo el último ataque, Traore falló el lanzamiento de dos pero Howard fue el más listo para palmear el balón y dar la victoria a su equipo. El CAI Zaragoza peleó hasta el final, tuvo sus opciones de triunfo y, aunque cayó, salió con la cabeza alta.