Reconocía al comienzo de su comparecencia que «siempre estás un poco nervioso la primera vez que haces algo, pero esto me lo tomo con calma y normalidad». Pues no lo pareció para nada. El chico maravilla del Tecnyconta Zaragoza acaba de cumplir los 18 años y la misma madurez y arrojo que muestra sobre la pista a pesar de su juventud la expuso ante los medios de comunicación presentes.

Sonriente, relajado y preparado. Casi como cuando juega. El propio Carlos Alocén afirmó que le han «caído bien los 18», tanto a nivel personal como en el plano deportivo. En este último aspecto, pocos motivos tiene para estar descontento: «Victoria, con buen juego individual y contento por las dos cosas. Siempre es importante empezar el año con un triunfo ante un buen equipo como es el Murcia», dijo.

Cualquiera diría que acaba de cumplir la mayoría de edad. Más allá de los números, que dicen que promedia casi 4 puntos y 5 de valoración por partido, el impacto de Alocén es mucho más que eso. Ha sido capaz de levantar partidos él solo, lo mismo que a la grada del Príncipe Felipe gracias a su desparpajo.

También ha pasado días malos, como es normal. De todos modos, tiene muy claro que «es importante tener los pies en el suelo». «Esto es muy largo, tengo 18 años y me queda mucha carrera. Por muchos partidos buenos que haga o malos, eso es lo de menos. Hay que seguir día a día, entrenar y estar a muerte con los compañeros. Hay muchos jugadores que han estado, debutado y jugado partidos, pero luego se han perdido en el camino», comentó el canterano.

LA FIGURA DE SU PADRE

Alocén está cursando un máster en baloncesto en su primera experiencia en la élite y teniendo protagonismo. En el proceso de aprendizaje que está llevando a cabo en la Liga Endesa, varios son los factores y personas que le están ayudando a mejorar cada día.

Al principio lo que más le costó fue «jugar con soltura», porque «estás algo más recatado o cortado, pero eso se gana con el paso de los partidos y al final eso te sale, porque entrenando y estando con los compañeros». Aun así reconoce que todavía tiene aspectos que mejorar y está centrado en «el tiro, el físico y la defensa» ya que la ACB «es la Liga más fuerte de Europa, hay jugadores de muchísimo talento y muy físicos que si no estás a su nivel te sacan de la pista».

Para ello, la ayuda de sus compañeros está siendo fundamental, especialmente de los más veteranos, de los que siempre trata de aplicar sus enseñanzas y consejos: «Son jugadores que te echan una mano cuando te ven perdido por ser joven. Siempre te apoyan, te dan un consejo que siempre necesitas y sabes que van a estar ahí. Es una suerte tenerlos y ojalá pueda seguir sus pasos», comentó el joven base.

Otra persona fundamental en su progresión y en su carrera deportiva es su padre Alberto, «una figura en la que me fijo mucho y en la que lo seguiré haciendo». Explicó que siempre le ha dado consejos, especialmente «cuando era más pequeño e iba creciendo, aunque sin meterse en temas de los entrenadores» y que siempre «siempre me ha dado consejos y es una figura a tener en cuenta».

Además, la irrupción de Carlos Alocén es síntoma de que la cantera del club funciona bien, algo que el base quiso ponderar: «Es para estar orgullosos. Desde el club se están haciendo las cosas muy bien con la cantera. El club no se está precipitando con ningún jugador, se están haciendo las cosas bien y creo que esta es la línea. Soy como el primero que ha salido, pero en los años que viene saldrán muchos jugadores de la cantera», recalcó.

Y otro apoyo imprescindible, el de la afición del Tecnyconta, con cuyo cariño «es mucho más fácil atacar y defender». «Es un orgullo porque llevo desde pequeño en la cantera del Basket Zaragoza y es muy bonito pasar de ser un aficionado más en la grada a que te aplaudan. Es una sensación muy bonita», comentó Carlos Alocén. El adolescente ya se ha hecho mayor y sigue con su gran progresión, que de momento no tiene techo.