El bache se estaba haciendo cada vez más grande, amenazando con tragarse al equipo, pero el Casademont Zaragoza lo sorteó en un último cuarto de agitación y locura, de defensa y acierto, en el que enmendó casi todos sus errores anteriores. Al menos los suficientes para llevarse la séptima victoria de la temporada (86-79) ante un Manresa que hizo muchas cosas bien durante muchos minutos pero que se quedó al final sin Ferrari y Nelson. Y sin puntos. Los triples de Benzing y los rebotes de Barreiro propiciaron la remontada de un Casademont que llegó a perder por 14 puntos y a verse muy lejos de la victoria durante demasiados minutos, pero que acabó sumando una victoria fundamental.

El equipo de Fisac no está en su mejor momento. Sea por la acumulación de partidos o de bajas, sea porque es imposible mantener un nivel tan alto siempre, el caso es que el equipo aragonés ha perdido en los últimos encuentros una de sus principales señas de identidad, la defensa, la intensidad atrás. Frente al Manresa fue más de lo mismo y, tras unos minutos iniciales de tanteo, fue el conjunto de Pedro Martínez quien dominó el juego y sus tiempos. Ambos equipos comenzaron negados desde el triple (no metieron ninguno en el primer cuarto), pero el Manresa pronto encontró la vía de agua por dentro con un Sakho imperial. Ni Justiz ni Hlinason pudieron frenarle y sin Vázquez, lesionado, Fisac acabó optando por jugar sin pívot.

Después comenzó el acierto de tres de los manresanos, que ya estaban cómodos en el partido. El equipo de Pedro Martínez anotaba muy fácil y fluido, mientras para el Casademont cada ataque era un dolor de muelas. Sin intensidad atrás ni acierto delante, al descanso el Manresa ya ganaba por 14 puntos y arrasaba en casi todas las facetas: había capturado 23 rebotes por los 12 del Casademont, repartido 13 asistencias por las 4 del equipo aragonés y firmaba un 54% de acierto frente al 45 del conjunto local.

MAL ATAQUE / En el equipo de Fisac no funcionaba nada y, por más que el técnico cambiaba y recambiaba a sus jugadores, no hallaba la respuesta. Una defensa deficiente era el inicio de todos los males, que se extendían ramificándose al ataque con lanzamientos precipitados o mal seleccionados, o ambas cosas. En cualquier caso, casi siempre errados. El paso de los minutos sin un atisbo de remontada hizo que el partido se pusiera muy cuesta arriba. El Manresa daba la sensación de un mayor control mientras el Casademont no encontraba la manera.

En el tercer cuarto, el Manresa perdió a su faro, Ferrari, que se sentó cojeando tras un intento de falta sobre San Miguel que no fue sancionado. Después el partido se ralentizó con las revisiones. Cada vez que la grada pedía antideportiva, los colegiados iban a la pantalla. Y señalaron unas cuantas. Agarrado a los tiros libres, el Casademont se fue enganchando al partido. El Manresa comenzó a fallar, a quedarse sin puntos. Nelson fue eliminado por dos antideportivas. Aún así, el Casademont se veía muy lejos de la victoria. A 4.08 para el final, el equipo de Fisac aún perdía por 8. Pero apareció Benzing para anotar dos triples seguidos y hacer creer al equipo y a la grada: 73-75 a 2.58.

El equipo aragonés aún tuvo que remar y sudar para ponerse por delante en el último minuto y asegurar ahí su victoria en los tiros libres y en los errores del Manresa, que no podía creerse perder semejante partido. Al final triunfó la fe del Casademont, su esfuerzo en los minutos finales. El equipo de Fisac se sobrepuso a todo, remontó 14 puntos y evitó un bache importante para mantenerse en la zona más noble de la clasificación. Pero aún le queda para reencontrarse.