La directiva del CAI Zaragoza ratificó ayer su confianza en pscar Quintana, hizo una llamada a la unión y reclamó mayor compromiso a la plantilla para intentar solucionar entre todos la crisis deportiva que atraviesa el equipo y que llegó a su punto más crítico tras la última derrota ante el Melilla en el Príncipe Felipe. El técnico mantendrá su cargo durante esta semana y el CAI prorroga su confianza en su técnico, lo que servirá para mantener la calma durante la preparación del próximo encuentro que tendrá lugar en Tarragona. De no darse el viernes una mejora global y evidente en el juego y la actitud del equipo, sin ser vital el resultado final, el futuro de Quintana volverá a estar en el aire.

El de ayer fue un domingo de trabajo, de reuniones, charlas, reflexión y búsqueda de soluciones. Por la mañana, en la sede que la entidad posee en el Paseo Independencia, se reunió la comisión ejecutiva del CAI junto a pscar Quintana para intentar aunar criterios en la crisis y hallar el mejor camino para lograr evacuar con triunfos inmediatos al equipo de las zona baja de la LEB. Por la tarde, en el Príncipe Felipe, Javier Loriente, presidente del club, y Pepe Arcega, director deportivo, se dirigieron al cuerpo técnico, incluido Quintana, y todos los miembros de la plantilla.

TERTULIA ENTRE LOS JUGADORES La conclusión de la jornada fue clara. La confianza sobre Quintana quedó reforzada por los directivos, que pidieron un esfuerzo extra a la plantilla para mejorar la falta de combatividad y la pobre presentación en pista desplegada hasta el momento. Así se lo hizo saber de su propia palabra Javier Loriente a los jugadores, reunidos en la sala de vídeo del Príncipe Felipe. Las caras de los miembros de la plantilla al entrar y salir de la cita demostraban la tensión del momento y la preocupación de un equipo mermado en su moral pero dispuesto a sacrificarse en busca del viraje en sus resultados, necesarios para recuperar el espacio perdido con los primeros clasificados.

El encuentro entre jugadores, técnicos y directivos no duró más de 20 minutos. A su salida, tanto Loriente, como Arcega y Quintana decidieron no hacer declaraciones. Su marcha no fue precedida inmediatamente por los jugadores, que se quedaron durante media hora más para charlar entre ellos. "Lo que nos hemos dicho tiene que quedar en la privacidad del vestuario, lo que queda claro es que ahora de lo que se trata es de dejar de hablar para hacer cosas", comentó Galilea.

PONER MEDIOS El grueso del grupo salió a la vez, menos los dos extranjeros, Antonio Reynolds y John Brown, y Borja Fernández, que lo hicieron un poco más tarde. Los síntomas de preocupación seguían latentes en los rostros de los jugadores. El toque de atención transmitido por la directiva fue asumido y son ellos los primeros que quieren escapar lo antes posible de esta frustración deportiva. "Todos estamos muy preocupados. Desde el presidente al último jugador. Hemos tratado de poner medios para solucionar lo que pasa y cerrar filas entre todos. Es ahora donde se tiene que ver que tenemos carácter o si seguimos con las excusas", transmitió con firmeza el capitán del CAI.

La plantilla vuelve hoy a los entrenamientos en el Príncipe Felipe con la cartilla leída y la lección aprendida. Elevar la motivación es una de las rémoras que subraya en su discurso pscar Quintana para explicar el bache por el que atraviesa el CAI. Los jugadores esperan no volver a dar esa impresión y centrarse en el trabajo que tienen esta semana para orientar al equipo hacia la cabeza de la clasificación de la LEB. "Esperemos que éste haya sido un punto de inflexión. Todos queremos que esta situación se recuerde al final como una simple anécdota de la temporada en la que el CAI subió a la ACB", desea Galis .

El base titular y capitán, como portavoz de la plantilla del CAI Zaragoza, no duda del compromiso del grupo con el proyecto y pide disculpas a la afición por los resultados acumulados hasta ahora, ya que el equipo sólo ha sumado dos victorias por cinco derrotas. "Sabemos que nuestros seguidores están disgustados por todo lo que está pasando, pero somos nosotros los primeros que estamos dolidos por este momento, porque nosotros somos los que vivimos de esto", explicó Galilea, que apoyó la calidad de sus compañeros: "A cualquier club de la LEB le gustaría contar con esta plantilla".