Dice Porfirio Fisac que es normal en esta ACB tan igualada y competida recuperar quince o veinte puntos de desventaja a cualquier rival que no sea uno de los grandes, grandes. Desde luego su equipo lo está convirtiendo en algo más o menos habitual desde que el segoviano está en el banquillo. Y casi siempre a favor, rara vez se le escapa un partido que domina con claridad. Volvió a constatarlo el sábado ante el Baxi Manresa, al que recuperó 14 puntos en la segunda parte, diez en el último cuarto, para llevarse un partido que tuvo casi siempre perdido. Otra remontada más para la colección.

Una de las lecturas más positivas de esas situaciones es que el Casademont Zaragoza tiene una enorme capacidad de supervivencia que le lleva a no rendirse nunca, sobre todo cuando juega mal. Una cualidad más que interesante porque ni es posible hacer el partido perfecto cada jornada ni es fácil mantener constantemente un nivel muy alto con dos partidos por semana. El equipo aragonés venía de malas actuaciones, especialmente en Valencia y Salónica, donde dos rivales al alza le pillaron con el pie cambiado. Contra el Manresa no jugó bien la mayor parte del partido, pero supo cómo regresar y cómo conquistarlo.

Y no es la primera vez que lo hace, señal de que se trata de una característica inherente al equipo de Fisac. Este sábado fueron 14 puntos (35-49 al descanso) durante la segunda parte. En Sevilla, en la cuarta jornada, también tuvo una más que mejorable puesta en escena, pero remontó 16 puntos en doce minutos (de 51-35 a 69-71) para sumar el triunfo. La temporada pasada hubo un puñado de ejemplos más. La mayor fue en Andorra, donde recuperó 17 puntos de desventaja con un triple in extremis de Okoye. En Lugo fueron 15 puntos en los últimos 13 minutos. Ante el Unicaja en casa, 12 en los últimos seis minutos. Once puntos fueron contra el Tenerife, ocho ante el Baskonia en el playoff, once contra el Burgos en seis minutos y medio.

La Copa

Una colección nada desdeñable que ha permitido al Casademont Zaragoza sumar muchas victorias. Ahora mismo se mantiene tercero gracias a eso porque le separan dos triunfos del undécimo clasificado en una de las Ligas más igualadas de los últimos años. El equipo de Fisac está en buena disposición para pelear por entrar en la Copa del Rey, aunque este curso parece que el billete va a estar más caro. La frontera habitual de los ocho triunfos se antoja escasa cuando aún quedan siete partidos para que se decidan todos los participantes. Así que al equipo aragonés aún le queda mucho que remar y trabajar para asegurarse un puesto entre los ocho primeros cuando concluya la primera vuelta.