La designación de Zaragoza como ciudad organizadora de la Copa Príncipe (31 de enero y 1 de febrero) se está convirtiendo en el cuento de nunca acabar. Después de que la Federación Española de Baloncesto (FEF) hiciera público el 29 de diciembre la designación de la capital aragonesa como sede del evento, aquella decisión ha quedado por el momento en el aire por un tercer invitado.

La negativa de Luis Pastor, concejal de Deportes, a asumir los 360.000 euros que cuesta poner en marcha el Campeonato de Europa júnior en julio en el Príncipe Felipe, una concesión que Zaragoza logró en la época de Antonio Suárez pero que no está firmada, ha provocado que la FEF dejara en suspenso y sin sede la Copa Príncipe. O las dos o ninguna. Esa es, ahora mismo, su teoría. Al cierre de esta edición, las posturas de las dos partes implicadas en el conflicto seguían distantes y no habían sido capaces de alcanzar consenso alguno.

CRUCE DE ACUSACIONES "El Ayuntamiento no pone ningún impedimento a que se celebre la Copa Príncipe. Al contrario. La queremos organizar. Lo que pasa es que la FEF nos está tratando de presionar y condicionar por el problema que hay con el Europeo júnior. La Federación pretende adjudicarse una partida económica que en el primer convenio que firmó en marzo del 2002 no aparece como suya (se refiere a los 72.000 euros que pagan las selecciones por jugador y día). Al no haber una partida del Consejo Superior de Deportes (CSD), que podría llegar a 60.000 euros, nosotros solicitamos esa cantidad porque el consistorio no puede asumir todo el coste de la organización del Europeo", dijo Pastor.

No piensan igual los máximos dirigentes de la Federación, que ven el problema desde otro punto de vista. José Luis Sáez, vicepresidente de la FEF, traslada la responsabilidad del conflicto a espaldas de Pastor. "Parece que la Federación está dando un ultimátum a Zaragoza y no es así. Toda esta situación la ha generado el ayuntamiento incumpliendo el acuerdo al que llegamos para el Europeo júnior el 22 de diciembre. En lo que entonces decían sí, ahora dicen que quieren renegociarlo", valoró Sáez, que fue contundente en su juicio. "Me parecería una tomadura de pelo que se hiciera la Copa Príncipe y el Europeo no, porque ese campeonato lo solicitó el ayuntamiento de la ciudad. En la FEF no somos inflexibles pero creo que hay que cumplir lo que se ha pactado. De todos modos, nosotros queremos que la cuestión se solucione y vamos a poner buena voluntad".

EL CAI, EN MEDIO Y, en medio de este fuego cruzado, se encuentra el CAI, que ha tenido que parar de manera inesperada su maquinaria organizativa, a sólo 17 días de la cita. "Nos sentimos impotentes por no poder solucionarlo. No sé cómo estarán las negociaciones, pero lo veo todo muy complicado", afirmó ayer Pepe Arcega, director general del club.

El sorteo de la Copa Príncipe, en la que participarán el CAI, el Plasencia, el Bilbao y La Palma, estaba programado para mañana en el Príncipe Felipe y también ha quedado en el aire hasta nueva orden.

"No me voy a cansar de repetirlo. El ayuntamiento quiere la Copa Príncipe y va a poner toda su voluntad para poder hacer también el Europeo. No hay dinero, pero ante la posible pérdida de prestigio de la ciudad vamos a trabajar al máximo para buscar ayudas externas y colaboradores privados", comentó Pastor, convencido de su decisión.