Lejos de mejorar, el Casademont Zaragoza ejecutó otro mal partido de baloncesto y perdió ante un rival recién ascendido y llamado a estar teóricamente en la zona muy baja de la clasificación, el Acunsa GBC(70-67). Lo peor, como en días anteriores, no fue la derrota en sí, que siempre es una posibilidad en el deporte, sino las sensaciones que deja el Casademont, porque cada jornada que pasa son un poco peores que la anterior. En defensa el trabajo de los aragoneses fue insuficiente. Si el GBC se quedó en 70 puntos fue por su mala puntería. El ataque fue indescifrable. Sin ninguna claridad, con malas decisiones y peores ejecuciones, el equipo de Ocampo solo fue capaz de anotar 67 puntos, insuficiente para ganar casi en cualquier sitio, y no aprovechó las vidas que le regaló el Acunsa al final.

El Casademont Zaragoza no funciona. La plantilla está mal hecha, las bajas han desmontado casi todas las ideas iniciales y la apuesta por Diego Ocampo no ha dado buen resultado. Si un jugador rinde por debajo de su nivel se puede apelar a la responsabilidad individual. Cuando todos están lejos de lo que son capaces de dar, cuando no creen en el de al lado ni en lo que están haciendo, la competencia es del entrenador. Y desde que ha comenzado la competición oficial, el Casademont solo ha hecho un buen partido y cada vez hay menos jugadores rindiendo a buen nivel. Están derrotados y han perdido la fe.

El partido de San Sebastián fue malo, en general. Con predominio de los errores sobre los aciertos. La única constante fueron los problemas del Casademont para producir en ataque. Sin una idea clara de juego, las acciones del equipo aragonés casi siempre estaban mal culminadas. Bien porque el lanzamiento llegaba demasiado pronto, sin haber movido el balón ni al equipo, bien porque se agotaba la posesión y seguía sin haber un tiro claro. En ningún cuarto llegó el Casademont a los 20 puntos. En el último, a la hora de la verdad, solo fue capaz de producir 13.

Mientras, en el Acunsa empezó a emerger la figura de Echenique, que se hizo grande en la pintura sin que nadie lo evitara. El pívot colombiano fue sumando casi en cada acción. Enfrente, Thompson hizo su primera falta en la primera acción, per esta vez no le afectó y pudo hacer un partido decente. De hecho fue el máximo anotador (14) y el mejor valorado (17) del equipo. También Hlinason siguió en su línea regular y ascendente. El que sigue sin ganarse un sitio es Konate, que pasó tres minutos por el partido sin pena ni gloria.

El Casademont echó mucho de menos los puntos exteriores. Con Sulaimon lesionado, Ennis en todas partes y en ninguna y Brussino relegado a secundario, tan solo Seeley aportó anotación, a su estilo, a su ritmo. Pero el problema del equipo aragonés va más allá de la falta de puntos, de una cuestión de puntería, porcentajes o acierto. La valoración total del equipo fue de 55. Así que son muchas cosas, demasiadas, las que no hace bien o le faltan por hacer al Casademont.

El partido en sí tuvo alternativas en el marcador y pudo caer de cualquier lado. Ninguno dominó claramente, ninguno sentenció a tiempo. En el último cuarto, el Gipuzkoa acumuló errores y errores, sobre todo en los últimos ataques, que dieron vida una y otra vez al Casademont. No aprovechó ninguna. En un duelo de equivocaciones, al final el que más cometió fue el equipo aragonés, que no fue capaz de remontar dos puntos con más de un minuto de tiempo.

El Acunsa sumó su primera victoria de la temporada y el conjunto zaragozano quedó sumido en su crisis. Porque ya es una crisis. De resultados y, sobre todo, de juego. De confianza. El Casademont necesita una reflexión y cambios para empezar a remontar el vuelo. El equipo no funciona y las sensaciones que deja son cada día peores. Las de un grupo derrotado, que no sabe su camino.

FICHA TÉCNICA

Acunsa Gipuzkoa Basket (15+21+16+18): Spam, Dee (11), Francis (10), Radoncic (3), Echenique (21) -cinco inicial-, Pere Tomás (10) Faggiano (2), Olaizola, Magarity (9), Okouo (4)

Casademont Zaragoza (18+17+19+13): Ennis (9), Seeley, (13) Barreiro (5), Thompson (14), San Miguel (6) -cinco inicial-, Hlinason (10), Konate, Knudsen, Benzing (7), Brussino (3), García, Fernández.

Árbitros: Alcaraz, Martínez, Peruga. Excluyeron por 5 faltas a Thompson, del Casademont Zaragoza.

Incidencias: primer partido de la temporada que el Gipuzkoa Basket disputa en el San Sebastián Arena, esta temporada, ya que los dos anteriores los jugó en condición de local fuera de casa por las obras en su pabellón.