Podría estar hablando horas y horas de baloncesto, de formación, de cantera, que es su trabajo pero también, y sobre todo, su pasión. Luis Arbalejo llegó en el 2012 y acaba de renovar su vinculación con el CAI para coordinar la cantera para tres campañas más. "En este tiempo hemos aumentado el volumen de entrenamientos, hemos traído más entrenadores de gran nivel, hemos pasado de uno a seis becados, estamos yendo a más torneos nacionales", resume Arbalejo.

Cada semana le da tiempo de ver los entrenamientos de la cantera, los seis partidos de los equipos base, alguno de selecciones, el de ACB y "hasta 15 o 16 partidos", selecciona jugadores, se reúne con preparadores físicos, entrenadores, fisioterapeutas, para organizar y coordinar horas y sesiones de entrenamiento, planifica los campus del club, clínics, los torneos a los que acudirán los diferentes equipos... Y tiene muy claro cuál es el objetivo final. "No buscamos ser campeones de Aragón ni llegar a las semifinales del Campeonato de España. Lo que buscamos es que en dos, tres o cuatro años haya un goteo de jugadores de la cantera hacia el primer equipo", explica.

Añade que hay que olvidarse de los viejos modelos de cantera porque el baloncesto, y el mundo, han cambiado bastante, globalizándose, en las últimas décadas. Para estar a la altura de los mejores hay que tener lo mejor de casa y, lo que pueda faltar, buscarlo fuera. Por eso el club tiene seis jugadores becados. "Son becas muy sencillitas porque somos un club humilde. Ofrecemos algo que deportivamente no puedan tener en sus casas. Tenemos seis chicos, de Teruel, Mallorca, Cáceres, Lérida, Serbia y República Checa, de donde vienen no tienen ACB. Les ofrecemos un plan de estudios igual o mejor que el que tengan en casa porque eso es lo más importante y tenemos un piso con un tutor que vive con ellos y una señora que cocina y limpia la casa", explica el gallego.

Para el próximo curso le gustaría que el filial estuviera en una categoría o dos superior --"el salto del júnior a la ACB es una utopía"-- y cree que contar con instalaciones propias sería un factor "diferencial" porque permitiría más flexibilidad en la planificación y mayor interacción entre todos los miembros de la cantera. La coordinación es fundamental y total. "El EBA tiene muchas similitudes con el ACB (sistemas de juego, conceptos), el júnior, con el EBA y cadete e infantil, entre ellos".

Arbalejo destaca algo que, de normal, parece extraordinario y que explica lo que es el CAI. "José Luis Abós viene a los entrenamientos del júnior y a los partidos del EBA, Willy tampoco se pierde ninguno. Nuestro presidente conoce perfectamente a nuestros seis becados y lo mismo está en un partido contra el Lietuvos que habla con un cadete para interesarse por sus estudios, por su familia".

El sueño de Luis Arbalejo, el del CAI, sería contar con niños que empezaran en el equipo infantil y acabaran en el de ACB. "Hay que hacer una serie de apuestas con jugadores que tienen un talento especial o un físico diferente. Luego tienen que ser muy trabajadores, porque solo con físico o talento no llegas. Con trabajo y una de las dos cosas tienes opciones. Con trabajo y las dos cosas, puedes ser un jugador que marque las diferencias". La apuesta del CAI para conseguirlo es Luis Arbalejo.