Tiene mucho mérito ganar en la pista del Nizhny Novgorod, el gran rival del grupo, pero tiene mucho más hacerlo después de tirar otra vez la primera parte encajando 50 puntos y sin defender. Volvió a hacerlo el Casademont Zaragoza, pero esta vez se rehizo a tiempo, mejoró atrás en la segunda parte, llegó más entero al momento decisivo y se llevó el partido en la prórroga (92-98). Una victoria que vale oro porque clasifica al equipo aragonés para la siguiente fase y le asegura el liderato del grupo D al haber ganado el averaje tanto al Nizhny como al Falco.

El partido y este Casademont Zaragoza se explican con un solo concepto: la defensa. Cuando no la tuvo el equipo aragonés, estuvo siempre por detrás en el marcador, encajando de nuevo 30 puntos en el primer cuarto y 50 al descanso. Una barbaridad por mucho que el talento ofensivo pueda llevar a este equipo a anotar también cerca de la centena de puntos. Lo peor del caso es que no es algo que sucediera ayer de manera puntual, sino que es un error que el Casademont repite una y otra vez, partido tras partido, en un agotador día de la marmota.

Al menos el equipo tuvo el orgullo de mejorar en la segunda parte y de buscar la clasificación hasta el final. Le costó mucho trabajo, mucho sudor, volver al partido e ir superando poco a poco al Nizhny después de todas las facilidades concedidas. En la primera parte el Casademont explotó bien su superioridad por dentro, pero el conjunto local anotó más que él en la pintura con continuas y sencillas penetraciones. Lo dicho, la defensa fue un desastre.

En la segunda parte el equipo salió con otro talante. Se puso el mono de trabajo y frenó el caudal ofensivo del Nizhny. Pero se precipitó en ataque. Buscó en demasiadas ocasiones el triple sin jugar, intentando remontar lo más rápido posible, y no lograba rebajar los cinco puntos de diferencia. Además, volvieron algunos despistes defensivos al final, cuando el Nizhny pudo superar la zona aragonesa con apenas un par de movimientos de balón.

En el último cuarto el Nizhny cometió faltas rápidamente mientras el Casademont no necesitó hacerlas para defender mejor. Sergio Hernández se la jugó con Javi García y con Benzing de cinco, protegiendo a Thompson de las faltas. El zaragozano estuvo bastante mejor que un despistado Bray, que ni termina de mostrar todo lo que se supone en ataque ni ofrece un mínimo de nivel defensivo. El Nizhny se puso 75-63, pero perdió primero a Gankevich y, más tarde, a Baburin por cinco personales.

Dos triples de Benzing le dieron la vuelta al marcador después de muchos minutos (77-78 a 3.17) pero los aragoneses no supieron cerrar el partido tras un intercambio final de puntos. Con 86-86 a 26 segundos, el Casademont perdió el balón sin pasar de campo. Total, que hizo falta ir a la prórroga tras el 86-86 al final de los 40 minutos y en el tiempo extra el conjunto aragonés fue definitivamente superior. Defendió en serio, cerró el rebote y se llevó todos los rechaces de un agotado Nizhny.

Los jugadores festejaron el 92-98 final en la pista que les lleva a los nuevos playoffs de esta Champions y convierte en intrascendente el último duelo del grupo ante el Start Lublin. El Casademont cumplió su primer objetivo del curso y recibió por enésima vez este año la misma lección: defender es ganar. A ver si esta es la definitiva y se lo aprende.

Ficha técnica

Nizhny Novgorod: Strebkov (17), Komolov (20), Baburin (6), Petrasek (12), Gankevich (8) -cinco inicial-, Gavrilovic (7), Shepherd (16), Chadov (3) y Gerasimov (3).

Casademont Zaragoza: Bray (8), Ennis (22), Benzing (23), Barreiro (9), Thompson (20) -cinco inicial-, Sulaimon, Brussino (4), Hlinason (10) y Javi García (2).

Parciales: 30-23, 21-19, 20-21, 15-26, 6-12.

Árbitros: Glisic (Serbia), Horozov (Bulgaria) y Vitkauskas (Lituania).

Eliminados: Gankevich (m.33) y Baburin (m.35), del Nizhny Novgorod.