A ellos nadie les ha preguntado, pero en su defensa, buscando su agrado, el Ayuntamiento de Zaragoza ha obtenido la concesión de la organización de la Copa del Rey en detrimento de la Copa del Príncipe, la que juega el CAI, que se irá a Huesca. El referéndum coleaba ayer por los pasillos del Príncipe Felipe. Una charla sorda y cuyo debate reflejaba un múltiple arco de matices a la pregunta esencial que navegaba entre dos aguas: ¿Pesa más la Copa del Rey o la del Príncipe? ¿Es mejor un espectáculo ACB o sentir al CAI desde más cerca?

El abanico de respuestas daba para todo, pero en la generalidad se situaba la opinión de que la Copa grande será bien recibida en Zaragoza, aunque la compatibilidad con la del Príncipe habría sido ya la borrachera perfecta. Desde su atalaya guerrera, el altavoz del corazón de CAI Zaragoza, los Inchas Lleons, apuntaban su preferencia hacia esta dualidad. "Lo mejor hubiera sido tener las dos aquí. Sería mejor si el Ayuntamiento no hubiera renunciado a la Copa del Príncipe, pero la DGA ha actuado bien. Nosotros iremos a Huesca, si ponen viajes el club o por nuestra cuenta y también estaremos aquí en la Copa del Rey", declaró Fernando, de Inchas Lleons.

El seguidor cotidiano, el socio desconocido, insaciable de baloncesto, se frotaba las manos ante la oportunidad de ver la Copa del Rey. "Llevamos tres años aguantando la LEB y por un fin de semana podremos disfrutar de un baloncesto de mayor nivel, de más espectáculo", comentaba José Carlos en el descanso. "Prefiero la Copa del Rey. Tiene más categoría", apuntó Antonio.

Solidaridad

Otra visión se quedaba a medio camino. Ni frío ni calor. "Yo prefería la del Príncipe, pero la del Rey me vale también. No está mal, también es una competición majica", apuntaba Ilex Casabona, cerca del palco. También había voces críticas, las menos, pero las había. "Creo que han hecho mal al traer la Copa del Rey cuando el CAI no está en la ACB. Podrían haber esperado porque ahora, cuando se suba, no habrá tantas posibilidades de traerla cuando sí la podamos jugar", explicaba Raúl.

Quizá la opinión más sorprendente y solidaria la entonaron dos personas desconocidas, cada una en un rincón del Príncipe Felipe. "Me parece injusto que el CAI sea el anfitrión en Huesca. Para nosotros mejor claro, pero clasificarse dos años seguidos de forma directa no me gustaría si fuera seguidor de otro equipo", entonaban Paco y Lucía, que añadieron: "Pero eso sí, Huesca será una invasión rojilla". Eso no lo duda nadie.