Desde luego, no hay quien entienda al Tecnyconta Zaragoza. No porque pierda en Manresa, ni porque sea peor que un rival con buena plantilla y buenos resultados ganados a pulso, sino por presentar un aspecto propio tan diametralmente opuesto de dos semanas para aquí. Lo mejor que podía decirse del Tecnyconta de las cuatro victorias seguidas no eran los resultados, sino que parecía haber encontrado su camino, una identidad propia que le hacía reconocible y fuerte en la pista. Lo peor que puede decirse del Tecnyconta que ha perdido contra Obradoiro y Manresa es que no se parece a sí mismo, que se ha dejado parte de su esencia, que aparenta haber extraviado su personalidad por el camino. En el Nou Congost fue inferior a su rival en casi todo, estuvo siempre por detrás y no tuvo ninguna opción de victoria (94-73).

Al equipo aragonés se le hizo imposible defender a su rival, volvió a sufrir horrores con el lanzamiento exterior y le faltó precisión para imponer su ritmo de juego. No supo tampoco, o no pudo, sacar provecho de su teórica superioridad interior porque el Manresa se presentaba a la cita con un único cinco puro. El Tecnyconta acabó jugando 14 minutos sin pívot y Lalanne solo hizo tres faltas en 24 minutos. A Porfirio Fisac se le cayeron sus jugadores clave. En este equipo los veteranos marcan el ritmo y tras su paso por la selección Seibutis y Vázquez están lejos de su mejor versión, mientras que McCalebb no parece el mismo jugador que hace dos jornadas ganó el MVP. En ataque no marca el ritmo y en defensa fue el origen del problema, al quedarse enganchado en el primer bloqueo rival. A partir de ahí los muchos y buenos tiradores del Manresa siempre encontraron la ventaja. Así empezó a perder el Tecnyconta.

CAMBIO DE PLANES

Con esos problemas de rendimiento en sus piezas clave, Fisac buscó soluciones en el banquillo y acabó rotando a sus doce jugadores. En algunas fases compartieron pista Alocén, Barreiro y Martí, una disposición nada habitual que resume perfectamente la situación del equipo. El técnico dio 15 minutos a Marc Martí, dos más que a Fran Vázquez y tres más que a Javier Justiz. El cubano tampoco aprovechó la ocasión y Fisac acabó jugando con dos cuatros durante muchos minutos. Pero por más que buscó no encontró soluciones, ninguna de las combinaciones resultó suficiente como para frenar al Manresa. El Tecnyconta acabó incluso bajando los brazos en algunos momentos, entre impotente y desesperado. Aunque conseguía recortar la diferencia se vio siempre demasiado lejos de la victoria.

El equipo aragonés intentó imponer su ritmo de juego, pero fue el Manresa quien estuvo siempre más cómodo imprimiendo velocidad a sus movimientos y al balón. Tuvo, además, el acierto de su parte. Así empezó, anotando 34 puntos ya en los primeros diez minutos (34-23). El Tecnyconta tuvo que ir siempre a remolque y aunque encontró pequeños chispazos de Berhanemeskel, parciales mínimos que parecían devolverle al partido, nunca tuvo la finura y la precisión necesarias en su ataque como plantar cara de verdad, mientras que en defensa llegaba siempre un segundo tarde a tapar a los tiradores rivales. Aunque el Tecnyconta llegó vivo en el marcador al descanso (47-41), en la segunda parte la diferencia no paró de aumentar hasta brincar por encima de los 20 puntos sin que hubiera ninguna opción de darle la vuelta a la situación. Más que volver a ganar, el Tecnyconta necesita volver a encontrarse a sí mismo.

BAXI Manresa, 94: Renfroe (21), Toolson (17), Lundberg (18), Tomàs (13), Lalanne (7) -cinco inicial- Jou (-), Doellman (6), Gintvainis (2), Dragovic (9), Efambé (-), Treviño (-), Muñoz (1).

Tecnyconta Zaragoza 73: McCalebb (11), Seibutis (14), Okoye (2), Radovic (11), Vázquez (-) -cinco inicial- Justiz (2), Martín (11), Barreiro (-), Berhanemeskel (10), Santana (-), Alocén (5), Martí (7).

Parciales: 34-23/13-18/21-11/26-21

Árbitros: García González, Perea, Zamorano.

Incidencias: partido correspondiente a la decimosegunda jornada de la Liga Endesa, disputado en el Nou Congost de la localidad barcelonesa de Manresa, ante 4.800 espectadores.