El Casademont Zaragoza ganaba por 21 puntos a falta de 16 minutos para el final y acabó perdiendo por 9 (93-84). Vale que enfrente estaba el Valencia, un equipo mejor sobre el papel, vale que los árbitros se dejaron algunas cosas por pitar en la segunda parte (fue curioso ver al dueño del club local hablando con ellos al descanso), pero el equipo de Diego Ocampo desapareció por completo de la pista en un final inaceptable. 31-10 de parcial en los últimos diez minutos, solo 29 puntos anotados en toda la segunda parte. El increíble equipo menguante.

Porque el caso es que el Casademont hizo 25 minutos más que buenos, brillantes en muchas fases, noqueando a su rival, dominando en La Fonteta. Pero cuando el Valencia tocó a rebato, subió su nivel defensivo y salieron a pista sus jugadores más decisivos, fue recortando y recortando y cada acción, cada punto, cada ataque largo y pesado, fue golpeando al Casademont hasta dejarlo completamente grogui. Sin capacidad de reacción, sin recursos, sin espíritu. Out. KO técnico.

El Valencia creció a partir de su defensa. Agobiando al Casademont, obligándole a alejarse del aro y a estirar sus posesiones al límite. Un trabajo de desgaste que fue minando al equipo de Ocampo que, además, fue perdiendo efectivos por el camino, Brussino por faltas, Thompson por desesperación, hasta quedarse en nada, avasallado por Dubljevic, Kalinic y Hermansson.

Curiosamente, ninguno de ellos fue titular. Ponsarnau quiso rotar y dar descanso a sus jugadores y lo pagó muy caro, porque dejó al Casademont ponerse cómodo. El equipo aragonés comenzó muy centrado, activo en defensa, atento en ataque. Moviendo bien el balón. Supo dejar de tirar de tres a tiempo, al ver que no acertaba, y jugó bien por dentro. Sobre todo cuando apareció un Hlinason imperial. Con el islandés machacando en ataque y condicionando en defensa más los puntos exteriores de Seeley y Ennis, para el Casademont fue coser y cantar.

El equipo aragonés llegó al descanso 16 puntos arriba (39-55) pese a que Dubljevic ya empezaba a hacer de las suyas. En el inicio de la segunda parte entró incluso en la anotación Brussino, así que todo parecía a pedir de boca para el equipo aragonés, que entonces alcanzó su máxima diferencia: 42-63. El Casademont tenía incluso paciencia para remendar sus errores, para mantener la intensidad después de fallar.

Mientras, la defensa local era cada vez más intensa, dificultando continuamente el juego aragonés. Conforme pasaban los minutos el Casademont tenía más dificultades para crear, obligado a jugar al límite de la posesión. Aumentaron sus errores, se acrecentaron las pérdidas. Malos pases, pasos, líneas pisadas... Thompson tuvo que sentarse tras una técnica, cansado de protestar a los árbitros (le habían pitado unos pasos claros pero no vieron la falta previa que había recibido). También recibió una Prepelic que supuso su expulsión por acumularla a una antideportiva del primer cuarto. Pero no aprovechó esa pequeña tregua el Casademont.

Ya no estaba para muchas fiestas el equipo aragonés. La ventaja se iba reduciendo y, con ella, el conjunto de Diego Ocampo. Cada vez más pequeño, cada vez más hundido, cada vez más estupefacto. No se lo creía pero era verdad, el Valencia iba recortando y recortando. Los doce puntos de ventaja con los que empezó el último parcial pronto fueron 8. Y luego 5, 3, 1... Hasta el empate a 80 a 4.50 del final y el posterior 82-80 que suponía la primera ventaja del Valencia en todo el partido.

El Casademont ya no estaba en La Fonteta. Se había ido. Lo habían sacado la defensa, el ímpetu del Valencia, algunos errores arbitrales y su propia impotencia. Tiró a la basura 21 puntos de ventaja y una oportunidad única para ganar en Valencia. Estropeó lo que podía haber sido una gran tarde con un final desastroso.

FICHA TÉCNICA

Valencia Basket: Vives (8), Prepelic (6), Puerto (2), Labeyrie (13), Tobey (3) -cinco titular-, Marinkovic (9), Kalinic (15), Dubljevic (21), San Emeterio, Williams y Hermannson (16).

Casademont Zaragoza: San Miguel, Seeley (14), Brussino (5), Barreiro (13), Thompson (8) -cinco titular-, Benzing (8), Ennis (22), Hlinason (11) y Rupnik (3).

Parciales: 17-27, 22-28, 23-19, 31-10.

Árbitros: Pérez, Araña y Martínez.

Eliminados: Eliminaron por técnica y antideportiva al local Prepelic (m.34) y por cinco faltas al visitante Brussino (m.35).