El nuevo CAI Zaragoza se estrenó con derrota falto de fluidez y acierto, todavía lejos de ser un equipo sólido. Le lastraron las pérdidas, un total de 20, fue una rémora el rebote ofensivo y, sobre todo, echó de menos, mucho de menos, los puntos que en teoría tienen sus jugadores exteriores, que ayer no tuvieron acierto ni buenos lanzamientos. Pudo ganar el equipo aragonés, mandó en el marcador durante muchos minutos, pero no tuvo nunca el verdadero control del encuentro y sucumbió ante un Joventut forzado a jugar con cinco pequeños por las faltas personales de los grandes (Miralles y Suton) que encontró en los últimos minutos el acierto desde los 6,75 que se le había negado hasta entonces.

Los 13 puntos que sumaron escoltas y aleros --Landry aportó 9 más alternando el tres y el cuatro-- empiezan a explicar la derrota del CAI Zaragoza. Ni Goulding ni Robinson, de quienes se espera mucho más, tuvieron su mejor tarde, ni en acierto ni en amenaza, de ahí que Ruiz recurriera a los dos bases. La producción ofensiva quedó en manos de los interiores, con un Norel muy enchufado al principio, un Katic contundente desde el primer segundo y un Jelovac bregador, capaz de postear y de amenazar por fuera pero, de manera incomprensible, con menos minutos que Landry quien, de momento, aporta mucho menos por dentro.

La defensa del FIATC Joventut fue intensa desde el principio y eso trabó la elaboración del juego aragonés, que no llegó a jugar con comodidad en casi ningún momento, provocando el desacierto en pases y lanzamientos. También hubo errores no forzados, fruto de la falta de acoplamiento propia del inicio de temporada. Sumando unos y otros, el CAI acabó el partido con unos porcentajes de acierto más bajos que los de su rival y, ni siquiera con 15 puntos más desde el tiro libre, pudo paliar sus escasos cuatro triples ni su 49% de dos. Las 20 pérdidas totales, cinco de ellas en el último cuarto, fueron también un impedimento para las aspiraciones aragonesas, así como la escasez en el rebote ofensivo.

CÚMULO DE ERRORES

El Joventut aprovechó la candidez interior del CAI hasta la salida de Katic, pero también tenía sus fallos, sobre todo en los tiros de tres y entrando muy pronto en bonus, así que el marcador se mantenía parejo, sin terminar de decantarse por ninguno de los dos equipos, como si ninguno hiciera lo suficiente como para llevarse el partido. La aparición de Katic le cambió la cara al CAI Zaragoza y, por unos momentos, dio la sensación de que las riendas del encuentro estaban en manos aragonesas. El serbio se hizo fuerte bajo el aro y sacó de su zona a Miralles, además de forzar varias faltas que pudieron ser clave para el CAI y lo acabaron siendo para la Penya.

El CAI consiguió llegar por delante al tramo decisivo, pero cometió demasiados errores como para poder anotarse la victoria. Enfrente, el Joventut parecía estar en serios apuros cuando perdió a Miralles y Suton, sus dos torres, sus jugadores más incisivos, por cinco personales. Salva Maldonado apostó entonces por poner a cinco bajitos, jugar sin un cinco de referencia, y resultó una apuesta ganadora. Hannah en dos ocasiones, Vidal y Ventura enchufaron cuatro triples prácticamente consecutivos en los dos últimos minutos de juego que dejaron sin respuesta al CAI Zaragoza y, por extensión, sin victoria. Un traspié para empezar del que el equipo tendrá que aprender para el futuro.