La preocupante situación del Casademont Zaragoza ha dejado a Diego Ocampo en una situación de extrema delicadeza. La entidad valora la continuidad del técnico al comprobar que la dinámica del equipo no solo no mejora sino que se vio agravada con otra actuación deficiente en San Sebastián. La decisión no se tomó anoche, en caliente, pero las próximas horas serán decisivas para apostar por un cambio de técnico o confiar todavía un poco más en el gallego. El equipo tiene ahora una semana por delante para trabajar y corregir cosas. El domingo le espera el UCAM Murcia, pero la siguiente arranca una nueva edición d e la Champions.

Las señales que emite el equipo son inquietantes. Las bajas no han ayudado precisamente y la confección de la plantilla tampoco ha sido la idónea. Pero el rendimiento sobre la pista está siendo demasiado pobre y eso preocupa, y mucho, en la entidad. Muchos jugadores que la temporada pasada brillaron están desconocidos en esta. La impresión es que los jugadores no creen en lo que están haciendo y eso se nota en la imagen que están dando.

La temporada no ha hecho más que empezar y los problemas no se han hecho esperar. En 20 días el equipo ha tenido que disputar ocho partidos y solo ha hecho uno realmente bueno, ante el Tenerife en la final a ocho de la Champions. Allí, en Atenas, dejó pasar el Casademont una oportunidad única. Las derrotas han agravado la situación y han empeorado el juego del equipo, sumiéndolo en una crisis de confianza. Las lesiones han contribuido a ahondar en esa espiral negativa, reduciendo todavía más las rotaciones de una plantilla descompensada y con problemas estructurales en el base y en el interior.

LAS DECLARACIONES / Ocampo apeló el jueves, tras la derrota ante el San Pablo Burgos, a la «responsabilidad individual», a que los jugadores hicieran lo que tienen que hacer, sobre todo en defensa. El técnico cree que ha habido una mejora en ese sentido, al menos es lo que expresó en la sala de prensa. «Hemos jugado un partido con mucho mejor nivel defensivo, presionando el balón. Con errores, evidentemente, pero mucho mejor en defensa y mucho mejor pasándonos el balón», aseguró

De nuevo apeló a los porcentajes. «Ha habido dos datos muy claros: nuestros porcentajes en el tiro de 2, como en el tiro de 3 puntos y en los tiros libres. Ha habido un momento en que hemos fallado tiros de tres, rebote de ataque, tiro de tres. Eso ha coincidido con dos o tres acciones de enorme acierto de Gipuzkoa Basket y eso ha sido la consecuencia de ir dos tres, cuatro puntos abajo en el final del encuentro. Hemos luchado hasta el final, hemos robado dos balones con un triple y una pérdida, pero un poco los nervios e intentar remontar rápido cuando necesitábamos un poco más de calma finalmente», concluyó.