De las muchas virtudes que está demostrando el Casademont Zaragoza seguramente la mejor es que sabe ganar partidos. Todo tipo de partidos. Bajo cualquier circunstancia. Es competitivo con independencia del rival, de las bajas y de su propio juego. Contra el UCAM Murcia se vio un Casademont más parecido al del inicio de la temporada, más irregular, muy errático en la línea de tres, que al de los últimos partidos. Pero ganó igual. Con una tormenta perfecta en el segundo cuarto (30-13), con una defensa muy sólida, alejó tanto al UCAM de la victoria que al conjunto de Sito le fue imposible regresar al partido (80-70).

Ya son quince las victorias que lleva el equipo de Fisac en 20 partidos. A este paso las 17 que pidió el técnico se van a quedar cortísimas. Y han sido triunfos de todos los colores. Este menos redondo, menos fluido, pero igual de solvente. Fue también un partido muy largo, de continuas interrupciones, con muchas faltas, demasiadas técnicas. Los primeros diez minutos se hicieron 25 y la duración total del juego según la estadística de la ACB fue de una hora y 58 minutos.

Lo más interesante al principio fueron los duelos defensivos. El UCAM Murcia quiso un partido más lento para que el Casademont no pudiera correr, una de sus grandes armas, y el conjunto de Fisac estuvo muy atento sobre todo para frenar a Booker y Eddie, las grandes referencias exteriores del equipo rival. Total, que el primer cuarto dejó menos puntos de los habituales (17-13). Pero en el segundo llegó el hachazo del equipo zaragozano. De la mano de un inspirado Seeley, el Casademont fue el Casademont, ese equipo que pasa por encima del rival sin que este se de cuenta de lo que está pasando, sin poder responder, sin poder hacer nada. El conjunto aragonés dejó a su rival en 13 puntos y le hizo 30, lo que dejó 21 puntos de ventaja al descanso (47-26).

EL DEBUT / Tan bien iba la cosa que Fisac hizo debutar ya a Josep Fermí, el júnior que completó la convocatoria. En la segunda parte sufrió el Casademont porque no estuvo cómodo. El UCAM encontró la manera de anotar fácil, le ganó el rebote ofensivo, mientras el conjunto de Fisac necesitaba muchos intentos para sumar puntos. Apareció Brussino, Ennis hizo de todo y a Radovic lo mismo le da un puesto que otro, volvió a hacerlo fenomenal. Así que el Casademont sobrevivió sin anotar de tres (4/16), con menos tiros libres que su rival y perdiendo la batalla del rebote. Sí tuvo mejor porcentaje de tiros de campo y, sobre todo, repartió 17 asistencias por las 8 del UCAM.

En eso tuvo mucha culpa San Miguel. Suyas fueron 7 y, sobre todo, el dominio del tiempo y del juego. El zaragozano fue un seguro en la pista y se entendió perfectamente con Fran Vázquez. El gallego no estuvo muy acertado de cara al aro pero se esforzó como el que más en defensa. Hlinason anduvo algo más perdido y Fisac volvió a apostar por Radovic al cinco cuando el Murcia jugó sin pívots muy altos. El montenegrino se adapta sin problemas. Al que le está costando más es a Benzing, ayer de nuevo totalmente desacertado.

Radovic fue el puntal interior y, por fuera, los exteriores volvieron a rendir a un gran nivel. Los bases no tuvieron que preocuparse de anotar porque Seeley (que hizo sus 17 puntos en la primera parte), Ennis y Brussino hicieron ese trabajo. Incluso Krejci, que se soltó la melena de tal forma que la grada coreó por primera vez su nombre. Brussino no solo acabó con 13 puntos sino que empató con Radovic como máximo reboteador con 8 capturas. La mejor muestra de que aquí todos hacen de todo, todos hacen muchas cosas bien, todos suman. Y el que más suma es el Casademont, que no para de ganar, ganar y ganar.