Sergio Hernández fue crítico con su equipo por el juego a la vez que elogió la actitud de sus jugadores y también las virtudes del rival. «Siempre que ganemos vamos a estar contentos, pero hoy no nos sentimos muy felices con nuestro juego. Siempre voy a ponderar lo que hizo el rival y Brose Bamberg fue muy inteligente con un juego de paciencia en ataque, controlando la transición defensiva y ponernos en problemas. No encontramos los espacios que habitualmente tenemos, y eso nos hizo jugar incómodos, ni el juego interior habitual y nuestros tiradores se encontraron siempre sobredefendidos y nos supimos resolver esa ecuación, más los 12 rebotes del primer tiempo que nos quitaron el ritmo y nos pusieron de mal humor. Contentos porque ganamos pero preocupados porque no pudimos imponer nuestro ritmo. Por suerte pudimos ganar, pero generalmente estos partidos se pierden», resumió el técnico argentino del Casademont.

Pese a todo, el Casademont ganó, lo que tiene su mérito dadas las circunstancias, y así lo quiso destacar también Sergio Hernández. «Me quedo con que a pesar de todo no caímos en la depresión que uno cae a veces cuando no puede imponer su ritmo y su juego. Mantener la mentalidad, la cabeza fuerte a pesar de nuestro mal humor por no jugar bien fue lo más importante», señaló.

El técnico explicó también el porqué de su cambio en la rotación. En los primeros diez minutos no realizó ningún cambio. «No es algo habitual, nuestro equipo es bastante más largo de lo que era antes y el primer cuarto era medio extraño, por primera vez estábamos dominando defensivamente a un rival porque el rival estaba en 13 puntos, pero no podíamos anotar. Entonces si tocaba algo antes podía estropear la defensa que estaba perfecta por apostar algo más de ataque. Después ya me pareció que podíamos cambiar el ritmo que nos estaban dominando con jugadores más rápidos», argumentó Hernández.

Pero no todo fue malo. La defensa mantuvo un buen tono. «Tampoco voy a ser tan crítico con nosotros mismos, los dejamos en un marcador bajo y eso tiene mérito. Además no sé cuántos rebotes han sido al final, pero cuando tú dejas 15 ofensivos estás dando 45 potenciales puntos más. Poder dejar al equipo en 65, indudablemente por momentos tuvimos que hacer cosa buenas. Cuando las sensaciones no son buenas hay que hacer una revisión más lejana del juego y seguramente defensivamente veremos buenas cosas».