No hay quien lo detenga. Ni las bajas de Fran Murcia y Benito Doblado, los dos lesionados, ni la injustiblicable espantada de Lester Earl, son muros lo suficientemente altos para que el CAI no los salte. Ayer, en Inca, en el último partido de la primera vuelta de la Liga LEB, el equipo de Alfred Julbe encadenó su séptimo encuentro consecutivo sin perder y se encaramó a la segunda posición de la categoría. En las islas Baleares, el CAI repitió el guión de sus partidos de antes de Navidad. Logró un triunfo incontestable, basado en el excelente trabajo de conjunto y en la solidez de sus argumentos: todos los jugadores se sienten importantes y responden en situaciones de máxima exigencia.

El Inca sólo aguantó en el partido los dos primeros cuartos. En la segunda mitad, la apisonadora (un 72% de dos) no bajó el ritmo y el equipo local se vio obligado a bajar los brazos. Todo comenzó como siempre. Sabaté entró en el encuentro de forma fulgurante: siete puntos en el primer cuarto. Fue el mejor síntoma de que nada había cambiado. No estaba Earl por su nula profesionalidad. Dio igual. El empeño de José Antonio Ferrer en la posición de cuatro , el completo partido de Otis Hill, la garra de Javi Mesa y, un as que se guardaba Julbe bien escondido en la manga, el trabajo sucio de Ereña en una posición ajena a su altura, taparon la ausencia del pívot americano.

LA PUNTILLA El partido se rompió en el tercer cuarto. La primera fractura seria llegó a falta de doce minutos (52-62). A partir de ese momento, el CAI puso la directa y abrió una brecha inalcanzable para los locales, que demostraron las razones por las que ocupan la penúltima posición de la clasificación. Los temores al colapso interior no aparecieron ante el sacrificio global. Con esta posible vía de escapa taponada, el CAI terminó de apuntillar el encuentro bajo el soberano ritmo que impuso Oscar González. La cuarta falta de Otis Hill, que cumplió con creces sin el complemento de Lester, no pasó factura a los aragoneses. Varios triples del madrileño terminaron de romper la resistencia de los atenazados Dragones del Inca y estiraron la renta favorable hasta una máxima de 18 puntos sin tener que contar con sus dos norteamericanos sobre la cancha mallorquina.

En el último cuarto, el CAI sólo tuvo que aguantar los envites a la desesperada de su rival. La presión a toda cancha del Inca fue aniquilada sin grandes dificultades por los aragoneses. La victoria estaba bien retenida y Julbe aprovechó los últimos minutos para dar entrada a San Miguel y hacer debutar en la LEB al joven Samuel Abián, que incluso se estrenó con dos puntos. Se cazó el séptimo triunfo con menos apuros de los esperados y con una solvencia sin aparente fecha de caducidad.