Con Triggvy Hlinason la vida es mucho más fácil. Lo fue para el Casademont Zaragoza, que superó al Fuenlabrada a hombros del gigante islandés. Por sus 24 puntos con un solo fallo, sus seis poderosos mates, sus 9 rebotes, sus 33 de valoración, pero también por su influencia en el juego, tanto en ataque como en defensa. Si hubiera una estadística que contabilizara balones tocados bajo el aro, Hlinason sería el rey de la competición. Con el pívot desbrozando el camino como si estuviera en su granja de Pingeyjarsveit, el Casademont encontró las vías por las que explotar su potencial ofensivo y ganarle un duelo directo al Fuenlabrada por 105-85.

Y eso que el día no había empezado bien, al conocerse la lesión de Thompson que le tendrá apartado de las pistas entre cuatro y seis semanas. El club tuvo que dar de alta a Justiz, que finalmente fue el único que no jugó. Pero el Casademont solventó bien la ausencia de su pívot porque, como ha sucedido todo el curso, Hlinason volvió a responder. También mejoró el conjunto aragonés su defensa, especialmente en la primera parte, en la que ya amasó una ventaja de 20 puntos. Después supo solventar un mal tercer cuarto para cerrar el partido en el último, de nuevo con Hlinason estelar, y tener tiempo para poner a todos los que no habían jugado menos Justiz.

El partido no se salió del guion esperado al inicio, con muchas posesiones, un ritmo alto y Trimble llevando la voz cantante en el Fuenlabrada. Pero quien decantó el duelo del lado local fue Hlinason, que anotaba todo lo que llegaba a sus inmediaciones e intimidaba en defensa aprovechando su superioridad física. La cosa funcionó de inicio y Sergio Hernández apenas cambió nada. El Casademont cerró el primer cuarto con 27-15, justo al revés de lo que venía haciendo las últimas jornadas. Con una buena defensa también es todo mucho más fácil.

El equipo supo ver bien el momento de su pívot y todos los jugadores le buscaron. Conectaron especialmente con él Ennis y Brussino. No obstante, Hlinason no monopolizó el juego ni el ataque del equipo. Su buena actuación sirvió también para que el resto apareciera y, poco a poco, se fueron sumando un buen puñado de jugadores. Al final seis terminaron con más de diez puntos.

Los cambios

El Casademont demostró su enorme potencial ofensivo lo que, unido a una defensa más que aceptable durante la primera parte, dejó el partido muy encaminado ya al descanso (51-33). Ya se pudo ver sobre la pista a Harris, que intentó cargar el rebote, provocó algunas faltas y tiró poco pero con acierto. El Oveja optó por jugar con pequeños cuando dio descanso a Hlinason, con Benzing al cinco, y optó por Sulaimon de base cuando se sentó Bray, de nuevo con poca influencia en el juego.

Aunque la amplia diferencia hizo que el resultado no peligrara, el Casademont sufrió en el tercer cuarto. El Fuenlabrada salió con toda la intención de volver a engancharse al partido y logró un 0-7 de inicio que ya marcó lo que iba a ser un cuarto preocupante, porque aún en los ratitos que defendió bien, el Casademont siguió encajando y encajando puntos. Un total de 29 en esos diez minutos que devolvían todos los fantasmas del pasado más reciente.

Fue solo un susto, porque arrancó el último cuarto con el equipo aragonés buscando y encontrando de nuevo a Hlinason y volvió a hacerse la luz en el Príncipe Felipe. El islandés siguió a lo suyo, anotando, taponando, tocando balones, dominando el parquet del Príncipe Felipe como si fuera su granja. Convirtió en canasta 12 de los 13 balones que le llegaron y falló el único tiro libre que tuvo. Porque eso fue lo más extraño, que un jugador de su talla por el que pasa buena parte del juego de su equipo solo recibiera una falta en 28 minutos de juego. El reparto de faltas fue extraño.

Pero eso no frenó ni al islandés ni al Casademont, que volvió a los veinte de ventaja en el último cuarto y se regaló un final de partido tranquilo, por fin. Los últimos minutos sirvieron incluso para darle minutos a Aleix Font, para que Javi García se reivindicara con cinco puntos y una asistencia en menos de dos minutos y para que Jaime Fernández jugara unos instantes y se llevara alguna falta por ser grande y pasar por allí. Al final únicamente Font y Fernández se fueron sin anotar en lo que acabó siendo una victoria coral con un jugador como estrella. Lo mejor de uno y del colectivo. No es ninguna paradoja, así se llevó el Casademont un triunfo fundamental para sus aspiraciones ganando a un rival directo al que ya ha ganado el averaje.

Ficha técnica:

Casademont Zaragoza: Bray (3), Ennis (15), Benzing (8), Barreiro (17), Hlinason (24) -cinco inicial-, Sulaimon (12), Harris (10), Brussino (11), Jaime Fernández, Font y Javi García (5).

Urbas Fuenlabrada: Trimble (25), Emegano (24), Eyenga (6), Meindl (10), Alexander (10) -cinco inicial-, Sharma (4), Marc García (4), Novak y Cheatharn (2).

Parciales: 27-15, 24-18, 23-29, 31-23.

Árbitros: Perea, Oyón y Martínez Silla.

Exclusiones: Excluyeron por personales a Eyenga (m.33), del Fuenlabrada.