En medio del caos verde, camuflado bajo el ruido, un espía destripó al CAI en Plasencia. Sergio Valdeolmillos, técnico del Granada, se infiltró el pasado viernes en la primera fila del infierno verde para contemplar in situ el duelo del que salió su rival de semifinales. Sus preferencias fueron complacidas, ganó el CAI, el que él quería aunque con eso contradijese la opinión de la mayoría de sus jugadores (sólo McGhee y Rueda querían visitar el pabellón Príncipe Felipe). En sus notas secretas, el entrenador andaluz remarcó su opinión sobre un rival que respeta porque encuentra en él un reflejo fidedigno de su propio equipo.

Valdeolmillos y su asistente, Eugenio Llera, analizaron al CAI con lupa, sin dejarse ni un detalle y apoyando su examen con hechos. En su autopsia , hecha desde la lejanía, describen al cuadro de Julbe como un "equipo equilibrado gracias a unos recursos interiores que acompañan con éxito al perímetro". Llera incide en el paralelismo de los dos equipos construidos con los mismos planos e idénticas exigencias: subir a la ACB por encima de todo. El segundo del Cebé apunta un matiz. "El CAI realiza un baloncesto académico y a lo largo de la temporada hemos comprobado que nos va mejor este tipo de adversarios", comentó Llera en unas declaraciones en el el Ideal . "Sus posiciones están definidas. Nos amoldamos más a su estilo. Me gusta", concretó Paco Rueda, al que le hacía ilusión medirse al CAI porque "subir en Zaragoza es más bonito".

Vicios y virtudes

Valdeolmillos puso en fila las virtudes del CAI y la lista no es corta. Entre todos los piropos se queda con dos. La profundidad de banquillo con la que cuenta Julbe y el plus que ha ejercido en el juego global la aportación de Esmorís y Walls, son dos puntos que están subrayados con el rojo de precaución en el plan de ataque del Granada en el asalto definitivo a la ACB.

El escrutinio andaluz no deja en blanco el apartado de debilidades de su rival. Valdeomillos y Llera coinciden en que la temporada del equipo de Alfred Julbe ha ido a bandazos, ha sido "irregular" y que no han llegado a desarrollar un "juego vistoso". En la comparativa con el Plasencia, el técnico del Granada cree que al pasar el CAI se van a medir a un adversario "que defiende con menos intensidad pero que ataca en posicional con solvencia. Creo que les falta capacidad de sufrimiento para cotas máximas en el aspecto defensivo".

En la libreta de Valdeolmillos aparecen nombres propios. Aunque se sobrevalora el bloque aragonés por encima de las individualidades, en Granada se teme a Otis Hill ("su clara referencia interior") y, ante todo, la aparición de Matías Lescano ."El CAI es más temible si Lescano juega como en la Copa del Príncipe. Anota, penetra, rebotea, contraataca, tiene la intensidad necesaria...", apunta Llera, que además valora la solidez que han aportado los fichajes de Rocky Walls y José Ramón Esmorís.