Era un día de bienvenidas, de ruido, de espectáculo, para conocer a las nuevas caras, para dar los primeros aplausos, calentar motores de cara al inminente inicio de la competición. Un partido pensado para disfrutar que tuvo su momento más emocionante antes de empezar, sin balón de por medio. Porque el Príncipe Felipe no estaba al completo y no lo estará mientras falte José Luis Abós. El zaragozano, protagonista de grandes momentos deportivos, lo fue en uno de esos instantes que demuestran lo verdaderamente importante.

El técnico se perdió ayer el primer partido de su equipo en las últimas seis temporadas pero estuvo en el corazón de todos los presentes. Una vez ovacionados todos los jugadores, el nuevo cuerpo técnico, en una presentación con cañones de luz, proyecciones sobre el parquet y fuego en el túnel de vestuarios, se hizo el silencio, apareció la imagen de Abós sonriente y, sin que nadie dijera nada, porque no hacía falta, los espectadores se pusieron de pie y le dedicaron una ovación que se prolongó más de dos minutos.

Los jugadores, los técnicos, hasta ahora compañeros y siempre amigos, miraban la imagen emocionados y completaron el calentamiento con camisetas blancas con la leyenda "Ánimo Abós" que los técnicos no se quitaron hasta el descanso y Katic lució hasta el final. En el fondo, los Inchas Lleons desplegaron una imagen gigante del entrenador, de nuevo sonriendo, y un enorme cartel con la leyenda "You'll never walk alone", nunca caminarás solo, ningún caísta se olvida ni va a olvidarse del técnico y, mucho menos, de la persona, que ayer recibió el grito más unánime, un apoyo incondicional de un equipo, un club y una ciudad que no celebrará tanto ninguna victoria como el regreso de José Luis Abós.

Fueron momentos emocionantes para todos. También para quienes han tenido que continuar su labor al frente del equipo. "Desde mi pequeña humildad solo puedo decir gracias a todo el mundo porque sé que José lo agradecerá y sé que el enorme aplauso que le han dedicado va a ser una buena vitamina para él", explicó Ruiz Lorente, también con Abós en el corazón.