Javier Justiz no viajó ayer a Rusia con el Casademont Zaragoza. Ni su rodilla está en el mejor estado ni las 17 horas de periplo hasta Nizhny Novgorod eran lo más aconsejable para su articulación. Y es que el proceso de recuperación del cubano es largo, lento y complicado y, por si fuera poco, se ha frenado tras su reaparición. Justiz volvió a jugar once meses después de su operación de rodilla el pasado 16 de diciembre. Estuvo 16 minutos en pista, dejando buenas sensaciones y buenos números, pero después sufrió una sobrecarga en la rodilla y no ha vuelto a jugar.

La idea del Casademont era que pudiera ir teniendo minutos en la Champions porque, de momento, ocupa plaza de extranjero y el equipo ya cuenta con los dos jugadores permitidos con esa condición. El pasado verano, una vez que se cumplieron sus dos años de estancia en España, solicitó la nacionalidad, pero la burocracia cubana y la pandemia han ralentizado el proceso. El club confía en que pueda tener sus papeles en los primeros meses de este año.

Pero no es solo un problema de documentación, es que la rodilla no le deja a pesar del enorme esfuerzo del jugador. Aguantó y aguantó con dolor hasta que no hubo más remedio que pasar por el quirófano, allá por febrero. Los cirujanos se asombraron de que hubiera podido jugar con la rodilla en ese estado. A partir de ahí empezó un lento proceso de recuperación que el cubano ha llevado íntegramente en Zaragoza.

Ha trabajado todos estos meses sin descanso y ha perdido 14 kilos de peso, algo que puede apreciarse con solo verle. Mucho más fino, más delgado que nunca. También más rápido, aunque debe acostumbrarse a jugar con su nuevo peso. Pero la voluntad del cubano es férrea, quiere volver a jugar y quiere hacerlo en el Casademont Zaragoza.

El pasado verano el club tenía la opción de cortarlo porque así se estableció en una cláusula incluida en el contrato firmado en el 2018, pero la determinación del jugador era continuar en la capital aragonesa así que hubo nuevo acuerdo. El contrato pasó a durar tres en lugar de dos años más y la ficha de Justiz se reduciría al mínimo hasta que pudiera jugar. Su vuelta a las pistas, la suma de minutos y de partidos iría aumentando también su nómina. Trabajando sin descanso, el cubano pudo volver a vestirse de corto el pasado 16 de diciembre en el partido ante el Falco Szombathely. Jugó 16.21 minutos anotando 12 puntos con una efectividad del 71% (5/7) y capturó un rebote para 5 de valoración. Su rodilla no le ha dejado volver a jugar otra vez.