Algunos astutos, otros talentosos; también buenos defensores, corpulentos o altos como torres. Pero el CAI nunca ha tenido un autentico pívot intimidador en la ACB. El Príncipe Felipe ha disfrutado con los ganchos de Norel, la eficacia de Shermadini o la habilidad por dentro de Hettsheimeir.

Ahora quizá lo haga con los tapones de Chinemelu Elonu, como ya hiciera en la primera etapa de este en el CAI en la temporada 2009-10, cuando el el conjunto aragonés, con Willy Villar y Abós recién llegados, luchaba por ascender a la ACB y el nigeriano era aún un jugador sin hacer. Si Norel o Shermadini, los dos referentes de los dos últimos años, son dominantes en la anotación, no lo son tanto en el aspecto defensivo.

Tampoco lo era Golubovic la pasada campaña, ni lo son Jones, pese a que cumple en ese apartado, o Fontet, que pone intensidad pero carece de rapidez y firmeza. La grada del Felipe sí corea a menudo los tapones de Sanikidze, un ala-pívot activo y vigoroso, pero falto de kilos para amedrentar. Algo antes y pese a sus 2.08 y 118 kilos, Hettsheimeir tampoco era intimidador.

Un taponador

En la 2011-12 acomparon al brasileño en la pintura zaragozana Pervis Pasco (temporalmente) y Robert Archibald con sus 2.12, un jugador corpulento que vino en el ocaso de su carrera tras haber llegado a formar parte de cuatro equipos de la NBA y de potentes equipos españoles como el Pamesa Valencia, el Joventut o el Unicaja. Antes, en la 2010-11, Adam Chubb y Darren Phillip compartían minutos con Hettsheimeir. El primero llegó del Alba Berlín, pero no cuajó en Zaragoza pese a su buen hacer en Alemania. DP ponía corazón, pero sus condiciones físicas (2.01 cm) no le permitían imponerse ante rivales de envergadura.

En definitiva, ninguno de ellos tiene el perfil de Elonu: atlético y duro, como lo define Jones, capaz de rebotear y taponar con facilidad. Para los playoffs, el CAI dispondrá de un jugador que impone en la pintura y puede hacer que los pívots se encojan y bases y escoltas rodeen la botella en lugar de entrar en ella. En la LEB, Elonu promedió 6.3 puntos, 5.8 rebotes y 1.5 tapones; este año, en la Eurochallenge, 16.2 puntos, 9.7 rebotes y 1.8 tapones. Quizá no tenga el talento de Norel, pero puede ser el jefe en la pintura.