--Costó mantener los ojos abiertos para ver el partido ante el Calpe. Fue un espectáculo atroz aunque al menos tuvo un final feliz. ¿Esa es la misma sensación que se palpó dentro de la pista?--La verdad es que fue un partido malo. No jugamos bien y lo único bueno de toda la noche fue la victoria. Pero hay que buscar otra lectura más positiva. Aunque no estuvimos al nivel que queremos y nos falta mucho que trabajar en los entrenamientos, la realidad fue que cuando quisimos, cuando apretamos en el acelerador ganamos con facilidad.--Los resultados dan pie para el optimismo, pero el juego no. ¿Con qué vara de medir hay que quedarse?--Nunca se sabe, porque a veces ganas jugando mal y otras pierdes jugando bien. Ante el Calpe tocó la primera opción y ahora por encima de todo lo que necesitamos es seguir sumando victorias. Nosotros estamos tranquilos con lo que hacemos sobre la pista, porque aunque no nos salgan las cosas a la perfección seguimos ganando los encuentros. Ase es el objetivo principal. Las ideas de Quintana están claras y cuando logremos hacer exactamente lo que nos pide será todo más fácil.

--Los resultados dan pie para el optimismo, pero el juego no. ¿Con qué vara de medir hay que quedarse?

--Los tres triunfos seguidos ante La Palma, Menorca y Los Barrios presagiaban un impulso definitivo que quedó cortado en Ourense. Ahora se retoma la trayectoria ascendente.--Sí. Así es. Pero todavía tenemos que pensar en los errores que tenemos que corregir. Nos queda mucho trabajo, mucha Liga por delante. La derrota en Ourense nos pegó fuerte, pero hay que olvidarse ya y centrarse en el partido del miércoles ante el Lobos. Es un error pensar que ya lo hemos logrado todo porque seguimos ganando aunque juguemos mal. No hay que centrarse en conseguir largas rachas como lo que pasó la temporada pasada. Si llega, llegará.

--El CAI es séptimo, pero la distancia con la cabeza no se acorta.--Nuestro objetivo ahora es ganar los tres partidos que restan antes de las Navidades. Tenemos que llegar a la segunda fase de la Liga lo más cerca posible de los primeros para que se den cuenta que el CAI sigue vivo.

--Pero cinco victorias con el líder es mucha diferencia. ¿Habrá tiempo para la caza?--Falta mucho. Tenemos una segunda vuelta a nuestro favor, con muchos partidos en casa. Hay que contar con esa ventaja y esperar el fallo de los otros.

--Ante el Aguas de Calpe volvió a tirar del equipo cuando había indecisiones. ¿Se siente el líder moral de este equipo?--No quiero pensar en esas cosas. Yo juego como siempre, intentando aportar lo máximo y no quiero pensar si soy el líder o no del CAI. Hago lo que puedo y me esfuerzo al máximo, aún más si el equipo me necesita.

--Sus estadísticas en las últimas jornadas destacan y subrayan su omnipresencia. Ante el Calpe hizo 14 puntos, 8 rebote y 5 asistencias. En el campo parece que está en todas partes.--Intento ayudar a mis compañeros. Por ejemplo, intento colaborar en el rebote. Ante el Ourense tuvimos problemas en este apartado y terminamos perdiendo. En el equipo tenemos que concienciarnos que para ganar tenemos que defender y así se consigue atrapar también más rebotes.