Todo parece pequeño al lado de Tryggvi Hlinason, los rivales y los adjetivos para describirle. Desde sus 2,15 metros, el pívot islandés volvió a brillar contra el Fuenlabrada, superando a sus rivales y a sí mismo: completó su mejor partido de siempre en la ACB mejorando los números establecidos esta misma temporada. Y es que Hlinason está siendo, junto a Ennis, el jugador más regular en su rendimiento en esta temporada tan extraña para el Casademont Zaragoza.

Es verdad que no tenía enfrente la mayor oposición del mundo, pero lo suyo fue un vendaval desde el inicio frente al Fuenlabrada. Jugó el primer cuarto entero y firmó 10 puntos (5/6 en tiros de dos) y 7 rebotes que le llevaron a los 18 de valoración en 10 minutos. Una barbaridad. El islandés fue el faro del Casademont, la guía en el juego ofensivo al que todos buscaron y encontraron. Al final firmó 24 puntos con un solo fallo en tiros de campo (12/13), un tiro libre fallado (sólo lanzó uno), 9 rebotes, 2 asistencias, 6 mates, 3 tapones, solo 2 faltas recibidas y 33 de valoración. Con él en el campo, el equipo ganó por 19 puntos.

Hlinason ha respondido siempre que ha tenido que jugar. Sus 2,15 metros de altura y el hecho de que, cuando recibe arriba, no baja el balón, le convierten en muy difícil de defender para la gran mayoría de pívots de la Liga Endesa. Sin embargo, su participación ha sido menor de lo que daba la impresión de merecer por sus actuaciones. El sábado le tocó ser el pívot titular en todas sus acepciones, no solo porque tuviera que salir de inicio sino porque tuvo que asumir el cinco al completo. La lesión de Thompson y el hecho de que la rodilla de Justiz siga sin estar en las mejores condiciones, le convirtieron en el único pívot del Casademont.

Y el islandés volvió a responder. Su influencia en el juego se vio reflejada en sus números estadísticos. Hlinason se superó a sí mismo y cuatro de sus seis topes numéricos los ha establecido esta temporada. Los 24 puntos superaron los 16 que había establecido frente al Gran Canaria en septiembre. Sus 33 créditos de valoración mejoran los 26 que estableció también aquella jornada. Además, igualó las dos asistencias que ya había repartido en la primera fecha ante el Tenerife y se quedó a un rebote de los 10 que capturó con el Obradoiro frente al Murcia en noviembre del 2018. Es el único récord que no ha batido con la camiseta del Casademont Zaragoza.

Tras el encuentro, el jugador reconoció su actuación pero, sobre todo, destacó la defensa: «Ha sido mi mejor partido hasta ahora y por supuesto que estoy feliz por eso. Jugamos muy bien ofensivamente y mejoramos en defensa, estuvimos más juntos. Hasta ahora teníamos malas sensaciones en defensa y dimos un paso grande para solucionarlas. Ha sido un buen partido para ver, leer y seguir con ese movimiento». La victoria fue importante para la clasificación, ya que permite al Casademont dejar los puestos de descenso a dos triunfos tras las derrotas del Betis y del Bilbao, además de ganarle el averaje al propio Fuenlabrada.

Esta es la segunda campaña de Hlinason en el Casademont, la cuarta en la Liga Endesa tras una campaña en el Valencia y otra en el Obradoiro. Con 23 años, continúa con su crecimiento como jugador, sobre todo teniendo en cuenta que su acercamiento al baloncesto fue tardío. Comenzó a los 16 años tras descartar el balonmano y tres después ya estaba en la Liga Endesa. Sus condiciones son extraordinarias y no ha dejado de progresar. La baja de Thompson y los problemas de Justiz le van a poner en un primer plano para el que ya está preparado.