Este Tecnyconta, quién lo iba a decir hace solo unos meses, divierte y gana. Es un equipo entrenido, valiente, que juega, que trata de practicar un baloncesto puro y que se ha ganado por derecho propio seguir soñando hasta el final y poder luchar y disfrutar de unos playoffs por el título.

No se entiende la exitosa campaña del equipo aragonés, sobre todo por el pobre punto de partida del que se comenzó, sin una actuación coral sólida, sin una buena planificación y dirección y una más que notable ejecución en la pista. Pero Okoye sobresale. Como los americanos acostumbran a decir, es el jugador franquicia, el especialista ofensivo, el hombre sobre el que recae el peso del partido por su calidad y fiabilidad. Sigue empeñado en incrementar ese rol de estrella que se ha ganado por derecho propio con exhibiciones. La última de ellas, el triple ganador ante el Morabanc Andorra.

Hasta entonces, Okoye había pasado casi de puntillas por el choque, pero los genios aparecen aunque no se les espere. No llevaba un día extraordinario, pero para él fue el último balón, el de la victoria, el de la gloria si entraba. Y vaya si entró. Es un jugador importante, esencial en el Tecnyconta y una estrella de la Liga Endesa porque posee ese don para ganar, ese aura que solo algunos elegidos tienen y ya lo ha demostrado varias veces como para poder afirmar que no es casualidad. Es talento.

La repercusión de su canasta ha sido mundial y no es para menos por la dificultad de la ejecución y lo que supuso. En ese aspecto es el hombre del momento, ya que una semana antes hizo el mate de la temporada ante el Barcelona. Del triple se han sucedido los vídeos, las narraciones épicas y emocionantes y los halagos para el jugador nigeriano. De hecho, la afición del Tecnyconta desplazada allí, fuera del pabellón, reconoció feliz el canastón.

No es la primera exhibición que da Okoye en su estreno en la Liga Endesa. Se destapó en la séptima jornada con un triple ganador en Tenerife ante el Iberostar que le dio el triunfo al Tecnyconta a solo unas décimas de que sonara la bocina (86-88). Ante el Herbalife consiguió su primer MVP de la jornada tras una buena actuación, anotar en la penúltima acción del duelo y capturar el rebote defensivo decisivo para vencer (71-69).

Contra el UCAM Murcia igualó a Gecevicius como el jugador del club con más triples en un duelo con ocho de nueve intentos que besaron la red, una estadística de anotador puro. Ante el Unicaja, en el Príncipe Felipe, el devenir del encuentro parecía destinado a una derrota, pero Okoye apareció para reventar la estadística (30 puntos y 32 de valoración) y el partido. 14 puntos en cinco minutos fueron su aval.

Fue el octavo fichaje del nuevo proyecto del Tecnyconta y llegó procedente del Varese, de una Liga como la italiana un peldaño por debajo de la española, promediando 15,1 puntos y tras la experiencia de competir en la Liga de Verano de la NBA con los Denver Nuggets.

La herencia era complicada. Gary Neal se acostumbró a dar una exhibición tras otra en la anotación. El norteamericano se ganó al público del Felipe y fue uno de los grandes artífices de la salvación a pesar de estar gran parte del curso entre algodones. No era nada fácil seguir la estela de un jugador trascendental, que consiguió 19,2 de valoración de media durante su estancia en Zaragoza y más de 20 puntos por partido, pero Okoye se está ganando el derecho de ser el merecido sucesor de Neal. Sin venir de la NBA, sin pelear en unas finales por el anillo y sin tener el estátus de estrella predefinido, el nigeriano ha conseguido ser el estandarte y la figura de un Tecnyconta Zaragoza que luchará hasta el final por estar en el playoff.