A Matías Lescano se le puede aplicar al pie de la letra lo que Quintana utilizó para todo el equipo. El escolta está todavía lejos de su rendimiento óptimo. "Sé que puedo dar mucho más", se apresura a matizar el argentino. El Bicho , el jugador más querido por la afición del CAI, el ídolo, la vía de conexión entre la plantilla y la grada, es como un motor diésel. Tarda en arrancar. "No es la primera vez que empiezo la temporada a un ritmo menor al que puedo llegar a dar. Me pasó en Córdoba en el Atenas, me sucedió en el CAI el año pasado y me ha ocurrido esta vez también. Creía que iba a acabar algo mejor la pretemporada, pero estoy tranquilo porque tengo ritmo de juego", explica.

De una temporada a otra, de un año a otro, de un equipo a otro, han cambiado muchas cosas: el rango de cualificación de los jugadores, el entrenador, la experiencia adquirida en España y la dimensión de su propio rol. A Lescano le va a tocar interpretar esta temporada otro papel. La polivalencia y el alto nivel de todos sus compañeros, y no sólo de alguno que otro como sucedía en la era Julbe , le va a restar protagonismo en ataque. "El año pasado tenía más peso ofensivo --reconoce--. Ahora tenemos muchas posibilidades y, salvo los americanos, el resto anotaremos más o menos en función de la noche que tengamos".

A pesar de que su número de lanzamientos descenderá y de que su trabajo se hará menos visible a los ojos del espectador, la importancia específica de Lescano en el CAI sigue siendo altísima por las enormes posibilidades que ofrece su juego. "Lo más lindo del baloncesto es tirar y anotar, pero hay muchas más cosas. Que metas 15 puntos no quiere decir que hayas jugado bien. Se puede defender, asistir, trabajar para el equipo...", dice. Y para el juego que pretende Oscar Quintana, basado en una defensa de máximo rigor y en un despliegue táctico extraordinario, Lescano encaja a la perfección. Por eso, es titular desde el primer día, desde el primer partido.

LOS MATES "Sabemos que la defensa va a ser lo primordial. Este año hacemos muchas más ayudas entre todos, los americanos son mejores en esta faceta, hay más normas en nuestro juego...", apunta Lescano, que no se quiere marcar un plazo para recuperar aquel estado de forma que maravilló en la temporada de su estreno en la LEB.

Sin embargo, por su cabeza ronda el nombre de un mes: noviembre. Para esa fecha, con la competición ya avanzada, el Bicho quiere volver a sobrevolar con su juego el Príncipe Felipe. La lesión de su tobillo, que le martirizó cuando había alcanzado un nivel sensacional, está olvidada, es pasado. "Me dijeron que notaría algo en la zona, pero no siento nada. Está perfecto", descubre.

El tobillo no le duele pero, desde febrero, Matías no ha recuperado la chispa, la máxima intensidad en sus movimientos. "Me falta algo de reacción, de salto. Estoy como el año pasado. Al principio de Liga me costaba machacar y, luego, iba sobrado. Ahora me cuesta también...", afirma el escolta argentino.