Justo el día en el que llega otro base al equipo, Javi García da un paso más al frente. Si algo ha demostrado el joven zaragozano (19 años) en estas primeras semanas de competición ha sido personalidad. Lo hizo en Atenas, siendo de lo poco rescatable del equipo en los dos partidos finales, y lo ha seguido haciendo en la Liga Endesa. La baja de Krejci y Sulaimon le han dado unos minutos con los que no contó en las primeras jornadas y García se ha ganado continuar en la rotación de Diego Ocampo.

En el Casademont siempre han estado convencidos de que Javi García tenía capacidad para ser jugador del primer equipo. También consideran que hay que protegerle y acompañarle en su evolución. Por eso la entidad ha reforzado el equipo con otro base, Luka Rupnik, y García se lo ha tomado con la misma naturalidad con la que juega o no juega, según le toque. Frente al UCAM Murcia se produjo una imagen curiosa. Rupnik saltó a pista en el último minuto del segundo cuarto, coincidiendo con el zaragozano, que fue quien se puso a explicarle sobre el parquet de qué iba el asunto.

Es verdad que el de este domingo fue un partido muy cómodo para el Casademont y así es más fácil entrar en la rueda de acierto y buen juego, pero también lo es que Javi García aprovechó su oportunidad. El zaragozano es, además, un base anotador, que se siente cómodo lanzando. Lo demostró con un par de triples y, sobre todo, porque sus decisiones de tiro no fueron en ningún momento forzadas ni egoístas. Al final anotó 8 puntos, su tope en la Liga Endesa.

El zaragozano es uno más, así ha demostrado que se siente en el equipo. También con sus declaraciones tras la victoria ante el Murcia. «Ha sido clave el inicio, hemos empezado muy bien. Hemos mantenido esa solidez durante todo el partido, de ahí ha llegado nuestro acierto exterior y nuestro buen hacer en el juego. Hemos podido sacar esa rasmia que tenemos y el carácter que nos define. Estamos animados, esto da mucha confianza. Es lo que queríamos y lo hemos conseguido», señaló.

La Champions

La llegada de Rupnik le va a relegar de nuevo, al menos en la Liga, pero eso no quiere decir que deba caer en el olvido. Además está la Champions, en la que la obligación de tener en el banquillo a cinco jugadores de formación local no solo le asegura un puesto en el roster sino que puede darle minutos si Ocampo no quiere jugar con ocho o nueve jugadores. El gallego incluso le ha puesto de escolta en algún momento y también ha jugado con dos bases en algunas circunstancias. En menos de un mes de competición el Casademont y el propio Javi García ya ha experimentado cómo las circunstancias cambian y obligan a readaptarse continuamente.

Esta es la segunda temporada en la que Javi García forma parte de la primera plantilla, después de haber completado su paso por las categorías inferiores del club. El año pasado los roles en el puesto de base estaban más definidos, con San Miguel y Alocén como primeros espadas y Javi García como tercer base. Desde ese papel en un segundo plano, jugó en 16 partidos de la Liga Endesa y en 9 de la Champions. Sin hacer ruido, continuando con su trabajo y su crecimiento. Ahora las circunstancias le han hecho saltar a la arena antes y más de lo previsto, pero Javi García ha respondido con aplomo y valentía.