La verdadera dimensión y el alcance real de la reacción con triunfo del CAI Zaragoza en Tarragona se comprobará esta noche en el Príncipe Felipe contra el Murcia (6 victorias y 2 derrotas). Hoy, ante uno de los rivales de la misma estatura y con sus mismas aspiraciones, el equipo aragonés contextualizará lo sucedido la pasada jornada, le dará credibilidad o se la quitará. A los ojos de todo el mundo, en el escenario del que salió abroncado ante el Melilla, el CAI intentará demostrar con pruebas que ya nada tiene que ver con aquel equipo desganado y perdedor que enfadó a la afición y que, ahora, pretende transformarse en un grupo hambriento de triunfos y con argumentos defensivos fiables. La nueva cara que el CAI tratará de mostrar a André Turner y compañía cuenta con un aliado más (Roberto Núñez) y con un habitual menos (Ciorciari).

El base madrileño debutará tras el cambio de cromos con el Bilbao. Con la salida del argentino, el CAI ha cerrado el capítulo más problemático del principio de temporada, al prescindir de un jugador que no se sentía cómodo con Oscar Quintana y en el que el técnico no confiaba en absoluto. Con esta medida, de la que el entrenador sale reforzado, el club ha fulminado con una salida deseada para todas las partes el foco de mayor discrepancia que había surgido en el vestuario.

LA INCOGNITA Hasta ahora, la política del club ha seguido unos trazos muy definidos: confianza en el técnico y exigencia de compromiso para todos. La crisis que provocó la derrota de Melilla se ha cobrado ya la víctima de Ciorciari, ha despertado el orgullo herido de los jugadores y sus ansías de ganar, y ha dejado sólo una incógnita sin despejar: la respuesta de John Brown.

Ahora, el CAI, consciente como es de la implicación máxima de todos sus jugadores (Reynolds, Galilea, Asier, Urtasun, Cilla, Ferrer, Lescano, Borja Fernández y Núñez), sólo espera que Brown, un pívot extraordinario por sus condiciones para la Liga LEB, dé un paso al frente en su capacidad defensiva, en su dedicación y mejore su rendimiento en los partidos. Esta noche, el exjugador del Ricoh Manresa pasará una prueba durísima. Enfrente tendrá a Eric Cuthrell, un 2,04 que coge 12,63 rebotes de media (el Murcia es el mejor reboteador de la Liga) y que hace 12 puntos por partido.

EL REBOTE "Lo más peligroso del Murcia es Cuthrell porque nosotros no estamos reboteando bien y él es el numero uno en esa clasificación", aseguró Reynolds, que ha jugado en Murcia tres de los cinco años que lleva en España. "Si salimos en casa con la misma intensidad que lo hicimos en el último partido, ganaremos", se reafirmó.

Pero el Murcia, que ha estado muy errático en el tiro de tres (27%), no es sólo Cuthrell. Ni mucho menos. Su director de juego responde al nombre de Turner, que en su última presencia en Zaragoza acribilló al CAI con la Complutense. A sus 40 años, el base lidera a un magnífico equipo con jugadores de gran talla: los exteriores Javi Sánchez y Mar§al, los interiores Bárcenas y Manu Gómez (que padece una sobrecarga), o los trabajadores Charly Martínez, ex del CAI, y Pedro Sala, exbase del Plasencia. "No hay excusas para no hacerlo bien", terminó Quintana.