Acabó el partido y empezó la fiesta. Ni uno solo de los 9.411 aficionados que acudieron al Príncipe Felipe se movió de su asiento. Hicieron lo único que se podía hacer: ponerse de pie y aplaudir. El Tecnyconta había perdido el tercer partido de las semifinales en otro duelo imposible poniendo fin así a una temporada inolvidable y sus seguidores solo podían celebrar lo sucedido. Hay mucha diferencia entre ambos equipos, demasiada, y ni toda la fe, ni todo el corazón del conjunto aragonés fueron suficientes para obrar el milagro, pero sí para recuperar el orgullo de Aragón. El Tecnyconta ha pasado de casi desdender a una semifinal en tan solo un año.

La ACB, que son los clubs, debe plantearse qué clase de competición es una en la que nadie puede hacer ni siquiera cosquillas a los dos colosos. En la que los dos finalistas, Madrid y Barcelona, llegan a la serie definitiva sin perder un solo partido, sin tener un solo final apretado.

Antes de que sonara la bocina final ya se escucharon cánticos de «¡campeones, campeones!», ovaciones para aquellos que iban dejando la pista, el ya clásico «¡MVP, MVP!» para Stan Okoye, reverencias para Seibutis, agradecimiento para Fran Vázquez. Y sobre todo para un chaval de 18 años que ha puesto patas arriba el baloncesto zaragozano y nacional. Que ha batido todos los récords y que puede batir todos los que se proponga. Que jugó 26 minutos de un tercer partido de semifinales con todo el descaro, con toda la intensidad, con toda la calidad que atesora. El Príncipe Felipe está rendido a Carlos Alocén. «¡Quédate, quédate!», le cantó la grada.

El público acabó en pie el partido y, cuando sonó la bocina, siguió aplaudiendo. El speaker nombró uno a uno a todos los jugadores, a todo el cuerpo técnico, y todos fueron coreados por una grada entregada. Después cogieron el micrófono los capitanes. Fran Váquez agradeció la temporada. Barreiro se emocionó al recordar cómo le han tratado desde que llegó hace tres años. Y Carlos Alocén dijo que quien más merecía una temporada como esta eran los aficionados que tanto habían sufrido las dos últimas.

A LA CHAMPIONS / El Tecnyconta perdió el partido, la serie de semifinales, pero ha ganado mucho este año. Ha recuperado buena parte del terreno que había perdido los dos últimos cursos y ha conquistado de nuevo a su gente. Zaragoza se identifica con su equipo, con sus jugadores. Aragón está orgulloso de este grupo de luchadores que Porfirio Fisac y su cuerpo técnico han convertido en un equipo divertido y ganador.

Y han ganado el regreso a Europa. Reynaldo Benito confirmó anoche en Aragón Radio que el Tecnyconta jugará el año que viene la Champions League, la tercera competición continental, que tan suculentos premios ofrece a sus participantes. Es el momento de dar el salto, de ir un poco más allá. Para eso hace falta que alguien más crea y confíe en este equipo, en este club, además de ellos mismos. Que este gran triunfo del Basket Zaragoza sea la base sobre la que edificar un futuro más ambicioso. Son el orgullo de Aragón.