A una victoria se le multiplica el valor con otro triunfo. Después de quitarse la presión de encima contra el Ourense, de espantar el miedo y de convencerse de que volver a ganar no es tan difícil, el CAI Zaragoza se encuentra esta noche con un caramelo. El equipo de Alfred Julbe, que tiene a toda su plantilla en perfecto estado físico, juega ante el Huelva un partido correspondiente a la vigesimoséptima jornada, aplazado en su día porque el Príncipe Felipe estaba ocupado por un espectáculo de hielo. Reforzado por la valiosa remontada del pasado viernes, el CAI se ha conjurado para iniciar una nueva racha victoriosa que le conduzca directamente hasta uno de los dos primeros puestos al final de la Liga regular, de la que restan, con la de hoy, cinco jornadas.

El triunfo ante el Ourense abrió una ventana de esperanza por la que entró un consistente rayo de luz. Pareció un punto de inflexión con el pasado más reciente y la serie de derrotas. Esta noche se comprobará si aquello fue sólo una apreciación o el principio de una lenta escalada hacia la Liga ACB. La victoria, que dejó al equipo con 18 partidos ganados, uno menos que el Menorca y el Bilbao, y dos menos que el Plasencia, sirvió también para sacar conclusiones de gran valor.

BUENAS NOTICIAS La primera, y por encima de todas las demás, el regreso de Lescano, que debe utilizar los partidos que restan hasta los playoffs para adquirir un tono que al CAI le resultará imprescindible para alcanzar el éxito. La segunda, los buenos síntomas que transmitió Esmorís. La tercera, el crecimiento de Otis Hill, efectivo en ataque y aplicado en defensa. Y, la última, la garra y el espíritu rebelde y orgulloso de dos jugadores secundarios (Sabaté y Mesa), que hablan de una plantilla de jugadores viva e inconformista. En ese grupo de jugadores estará todavía Lester Earl, al que el CAI sustituirá en cuanto dé con un recambio de garantías en el mercado.

En el camino de la decimonovena victoria se entrometerá el Huelva, que es decimocuarto con 13 ganados y 16 perdidos. Dirigido por Quim Costa, el CAI tiene buen recuerdo del equipo andaluz. No en vano ya le derrotó en el playout de la temporada pasada. Este año, el Huelva, que fue rescatado de la LEB-2, ha construido una plantilla con jugadores jóvenes, a los que se añadió El Gordo Williams, un exNBA (Bullets, Pacers y Clippers) de 37 años, 2,06 y 140 kilos. Y eso que ha adelgazado, ya que se presentó en Huelva con 20 más de los que pesa ahora. Williams ha hecho siete puntos y seis rebotes de media en quince jornadas.

Pero la estrella del Huelva es Isaac López, un escolta que aterrizó allí procedente del Ourense y que está protagonizando una temporada estelar: 18 puntos por partido (51% de dos y 38% de tres). En la anotación, López sobresale y Sánchez, un buen base, Legasa, Rojas, Boccia, Morón y Kortaberría actúan como complementos.

EL 0,7, PARA UNICEF El segundo extranjero del Huelva es el letón Kaspars Cipruss, al que Costa quiso cortar por su bajo rendimiento. No pudo por la negativa del Caja San Fernando, de donde está cedido, y hoy estará en un partido del que el 0,7 de la recaudación irá para Unicef.