La visita del París Levallois es el punto de partida para el CAI Zaragoza en su segunda participación en la Eurocup. Un torneo que despierta un interés y una emoción especial tanto en el club como en los aficionados. Es una competición diferente, nueva, a la que el CAI está menos acostumbrado y en la que se puede soñar con cualquier cosa. Como siempre, se desconoce dónde estará la meta. Lo único seguro es que el camino se inicia esta noche (20.30 horas) ante un París que se presenta como un rival duro y complicado.

La temporada pasada, en su estreno, el equipo de José Luis Abós se quedó a las puertas de octavos de final en aquel partido decisivo que tuvo que jugarse en Huesca. En su segunda participación, el CAI sigue siendo ambicioso y aspira a colarse en las eliminatorias, aunque la ruta es bien diferente. Primero porque se han reducido los equipos participantes y eso ha abierto el abanico de clasificados: de los seis de cada grupo, cuatro --en lugar de los tres del curso pasado-- accederán a la siguiente fase. Y segundo, porque el sorteo situó al CAI en el grupo más complicado de la conferencia.

Por eso, cada partido en casa se presenta como vital, más que nunca, para lograr el objetivo de clasificarse entre los cuatro primeros. Le conviene no fallar al CAI Zaragoza desde el primer día, llámese París o como quiera el rival que tenga enfrente. Así que el equipo de Joaquín Ruiz Lorente tendrá que acabar de conjuntarse, deberá ir corrigiendo sus errores sobre la marcha, a base de partidos, de competición pura y dura. El equipo aragonés llega a la cita espoleado y tranquilizado por su primera victoria en la Liga, pero también consciente de que todavía debe mejorar mucho su juego como equipo y sus prestaciones.

Sobre todo, el acierto exterior, algo que se le está resistiendo en este inicio de temporada. La aportación general desde el perímetro es algo mejorable aunque al técnico no le quita el sueño. "A principio de temporada si no fuera eso sería que los pívots no meten. Es normal que en el arranque de campaña haya lagunas en alguna faceta del juego. Pero no me preocupa porque son jugadores de una extraordinaria calidad y estoy seguro de que las van a meter. Lo preocupante sería no encontrar tiros liberados. Meterla o fallarla... Pues un día las fallas, pierdes, te vas a casa y no pasa nada. Y si las metes, bien porque ganaremos", dice Ruiz Lorente.

Tampoco encuentra un hándicap en el hecho de jugar dos partidos a la semana. "Eso nos pasa a todos los equipos, por lo que no puede ser una queja. Es lo que tenemos por el hecho de jugar en Europa, que bien orgullosos hemos de estar de jugar en dos competiciones", afirma el zaragozano. La plantilla está deseando que llegue la hora de jugar y tiene claras dónde están las claves, en éste y en cualquier encuentro. "Pienso que para nosotros las claves de los partidos pasan por la defensa, primero rebotear y luego en ataque correr y mover el balón", apunta el base Kevin Lisch.

El CAI tendrá que estar atento a los tres líderes del Paris, el base Green, el alero Schilb y el pívot Ford pero, sobre todo, tendrá que ser capaz de dar lo mejor de sí mismo para no fallar. El de hoy es el punto de partida y el CAI quiere llegar lo más lejos posible en Europa.