Algo más de 500 abonados pasaron ayer por el pabellón Príncipe Felipe para recoger sus entradas para el trascendental duelo de mañana en Huesca entre el CAI Zaragoza y el Besiktas. Una vez concluido el plazo abierto por el club han sido 2.472 los seguidores que ya tienen su localidad reservada y 16 los autobuses que el propio CAI pone a disposición de sus abonados para que puedan desplazarse. La mayoría de caístas han optado por el transporte propio. No obstante, todavía pueden conseguirse entradas hasta completar el aforo de 4.900 localidades del Palacio de los Deportes de Huesca. Los abonados pueden recogerlas hoy en las oficinas del club y los no abonados pueden comprarlas bien en las propias oficinas bien en la sede del Peñas de Huesca hoy y mañana por la mañana, bien en las taquillas el mismo miércoles.

Ayer fue un goteo de seguidores el que pasó por el Príncipe Felipe en busca de sus entradas y para resolver todas las dudas posibles sobre ubicación o aparcamiento. Seguidores de toda la vida, abonados nuevos, la cuestión es no perderse un partido que puede ser histórico si el CAI se clasifica para los octavos de final de la Eurocup. Todos hubieran preferido jugar en casa, con el calor de toda la masa social caísta, pero aceptan de buen grado la "excursión" a la capital oscense.

"Me hubiera gustado que hubiera sido aquí en el Felipe con el ambiente de todos y entiendo que es un fastidio para muchos que no van a poder ir pero yo voy ilusionado porque creo que es una ocasión de ver pasar otra ronda y hacer historia con este CAI", dice Francisco, abonado desde el primer día y también en la época del CBZ. "No nos lo queremos perder aunque sea en Huesca. Hubiera sido más cómodo aquí pero tampoco es demasiado trastorno, vamos en el autobús del club, que ha puesto todas las facilidades", añaden Pablo y Pili, cinco años abonados.

"Es un poco un trastorno pero merece la pena porque es una oportunidad única", valora Miguel, preparado para vivir un partido diferente y único. "Va a ser distinto, como si fuéramos visitantes, pero espero que haya calor suficiente de los aficionados para que estemos como en casa. Es algo único que yo, por ejemplo, no he vivido nunca, la verdad es que produce mucha emoción poder ver al CAI en octavos de final", apunta. Eva acudirá con la familia y algunas compañeras de equipo y la ilusión de ver a su equipo pasar otra ronda y "seguir soñando" en la Eurocup. "Sería más cómodo aquí pero ha sido así y tendremos que ir a Huesca. El hecho de que sea un pabellón más pequeño creo que puede beneficiarnos, ya veremos", opina.

Alfonso se ha abonado este año porque los anteriores no vivía en Zaragoza y va a Huesca "con la idea de ganar por siete puntos o más y clasificarnos porque es algo realmente histórico para este club". Entiende que es un perjuicio jugar en Huesca pero también que merece la pena hacer el esfuerzo. "Es un perjuicio para los abonados porque habrá muchos que no puedan ir. Yo de hecho voy a salir justito justito, intentaré llegar a tiempo porque tengo que trabajar. Es una molestia porque es un partido muy importante. También entendemos que es un pabellón municipal y a veces pueden pasar estas cosas y si la Eurocup fuera más flexible quizá hubiéramos podido jugar en casa".