--¿Se puede hacer un análisis personal aunque no haya terminado la temporada?

--Ha habido momentos en que he estado mejor y otros por debajo de lo que esperaba. Estoy feliz, pero me quedo con que puedo dar mucho más.

--¿Se esperaba encontrar con una temporada tan irregular?

--Al principio jugué más minutos, es cierto, pero a lo largo de la temporada siempre hay altibajos. Me he sentido respaldado por todos, por el equipo y por la afición. Yo soy un jugador que siempre intento dar el 100% y creo que eso lo nota la gente. Pero aparte de esa actividad y esas ganas, quiero dar un salto de calidad en otros aspectos. Me siento preparado mental y físicamente para hacerlo.

--¿Puede haberle afectado el cambio de equipo?

--Sí. Es difícil en el sentido de que yo llevaba diez años jugando en el Joventut. Eso significa cambiar todo: de pabellón, de compañeros, de afición... aunque he de reconocer que me ha costado menos de lo que esperaba. También me encontré aquí un grupo que me acogió muy bien desde el primer día y a gente como Henk (Norel), que es uno de mis mejores amigos.

--Ha dado la impresión de que se encontró mejor en la cancha en los primeros partidos de la temporada que con el paso de los meses.

--Empecé jugando muchos minutos, algo que a lo mejor no me esperaba, y después hay que contar con la irrupción de Damjan (Rudez), que ha jugado muy bien. Quizá entonces, al empezar a tener menos minutos, perdí algo la confianza. Está claro que a principio de temporada mis números fueron mejores, pero tampoco le doy mucha importancia a los números, me quedo más con las sensaciones.

--Tampoco es un jugador del que se esperen grandes registros individuales. Se le ha concebido más bien como un jugador de equipo.

--Es verdad que siempre se me ha tratado como un jugador intenso en defensa, que ayudo en el rebote... que hago un poco de todo. Pero yo estoy aquí con ganas de dar un paso adelante, por ejemplo mejorar el tiro exterior y aportar más en anotación. Estoy trabajando cada día en esto y creo que estoy en el sitio idóneo para conseguirlo.

--Da la impresión de que siente la necesidad de evolucionar.

--Sí, claro. No soy conformista y pienso que puedo dar ese paso adelante, aunque sé que eso no se dice y al siguiente partido se hacer, sino que hay que trabajar muchísimo.

--¿Qué relación mantiene con José Luis Abós?

--Muy buena. Es una persona con la que se puede hablar de lo quieras fuera de la pista. Yo me siento respaldado por él y por todo el cuerpo técnico.

--En los últimos partidos ha pasado de no jugar ni un segundo en San Sebastián a ser titular y hacer buenos minutos en Madrid.

--Son situaciones que pasan durante el año. Yo intento no pensar demasiado en esas cosas individuales, siempre he sido una persona de equipo.

--Esta racha de cuatro derrotas seguidas en la que está el equipo ha sorprendido en Zaragoza.

--Algo ha pasado, está claro. Todos los equipos tienen un bache, e igual el nuestro ha sido un poco más profundo. Pero tampoco tenemos una varita mágica con la que podamos salir de ahí, es cuestión de trabajo.

--¿Han logrado averiguar a qué se debe este bajón?

--No, ojalá. No se trata de que hayamos dejado de jugar esto o lo otro, ha sido algo más global.

--Hay quienes piensan que la sonada victoria ante el Barcelona ha terminado por ser negativa.

--Puede ser, pero por un exceso de confianza, por el hecho de que te creas lo que no eres.

--Cuando se entra en un ciclo así, en el que se hacen juicios desde un punto de vista negativo, ¿se llega a temer por los 'playoffs'?

--Está claro que hasta que no estás dentro matemáticamente, siempre tienes la posibilidad de quedarte fuera. Pero no hay que quedarse con la mala dinámica del último mes sino con el buen baloncesto que hemos hecho durante la temporada.

--Una victoria ante el Estudiantes quizá convierta esta racha en una anécdota.

--Igual que hemos perdido cuatro partidos seguidos, sabemos que somos capaces de ganar los cuatro que nos quedan. Pero lo seremos solo si jugamos bien, si trabajamos, si defendemos, si reboteamos... Es a lo que hay que volver desde ya. Tampoco hay que pensar ahora en ser cuartos o sextos sino en entrar en los 'playoffs'.

--¿Ve su futuro ligado al del CAI Zaragoza?

--Sí. No solo porque me quedan dos años de contrato, sino porque estoy muy feliz en esta ciudad. Repito que para mí es el sitio idóneo, con gente muy amable, y me he adaptado muy bien. Lo único que echo un poco de menos es el mar.