Tercera victoria consecutiva del CAI Zaragoza en la Liga Endesa, segunda seguida fuera de casa en apenas cuatro días. El equipo aragonés está sabiendo aprovechar la inercia positiva de las últimas semanas y ayer se llevó un duelo en Tenerife que no supo cerrar a tiempo pero que sí supo ganar en un final apretadísimo en el que la fiabilidad de Pedro Llompart desde el tiro libre resultó decisiva. El CAI se ha instalado cómodamente en la sexta posición de la Liga y va dejando por el camino rivales directos. Ayer distanció al Iberostar Tenerife a dos victorias, aunque finalmente no fue capaz de recuperarle el average. Lo tuvo en su mano, ganaba por nueve puntos a tres minutos del final y acabó sufriendo para vencer.

El final del encuentro fue la puesta en escena de las virtudes y defectos de este CAI, de su capacidad para sufrir y para complicarse la vida. Eso sí, ha dado un paso al frente en el manejo de esas situaciones complicadas de final de partido y ha logrado llevarse los últimos duelos en las acciones finales, frente al Cedevita en Zagreb y ayer en el Santiago Martín de Tenerife. Lo hizo con la novedad de Norel, notable teniendo en cuenta que era su debut en la ACB esta temporada, con Sanikidze de nuevo desaparecido --cero puntos y en el banquillo en los momentos clave--, con Rudez de nuevo como estilete marcando diferencias en el cuatro. Y lo hizo frente a un Tenerife que dio la impresión de desordenado en ataque, agarrado al acierto exterior y a lo que pueda aportarle el recién llegado Papadopoulos. Ayer, para empezar, le reenganchó al partido cuando el CAI dio el estirón en el segundo cuarto.

El CAI Zaragoza salió convencido de que debía buscar la pintura, a Norel, a Fontet después, incluso Stefansson posteaba pegado a Richotti. Tan solo lanzó un triple --el segundo fue un intento desesperado sobre la bocina-- en juego en los primeros diez minutos el equipo aragonés que, sin embargo, se mostraba mucho más claro en su juego que el Tenerife. Los primeros cinco minutos del segundo cuarto fueron los mejores del CAI en toda la mañana. Con un prodigioso acierto exterior --cuatro triples--, el equipo de José Luis Abós comenzó a poner tierra de por medio en el marcador hasta el 21-34. El conjunto local estaba algo perdido --Chagoyen buscó tres triples de manera casi consecutiva-- hasta que apareció Papadopoulos.

El griego, prácticamente recién aterrizado, lejos aún de su mejor forma, fue sumando y sumando hasta reenganchar a su equipo al partido. Con 10 puntos hasta el descanso dejó al Tenerife a un solo punto de distancia (34-35) de un CAI que había encontrado en Tabu a su referente anotador pero que solo fue capaz de conseguir un punto en los segundos cinco minutos del cuarto, desde el tiro libre. Tan solo una vez acudió a la línea en los primeros 20 minutos y, al final, resultaría la suerte decisiva.

RUDEZ En el tercer cuarto fue el Tenerife quien tomó la iniciativa en el marcador, aunque sin lograr grandes distancias. En el CAI, Sanikidze fallaba hasta una contra para irse al banquillo con solo 12 minutos jugados y cero puntos --fue el único que no anotó--. Con Rudez en el cuatro y Jones de pívot acabó José Luis Abós el encuentro y no le fue nada mal. Tabu tuvo que marcharse con cinco faltas, Rudez tomó entonces la iniciativa anotadora y, cuando parecía que el CAI iba a llevarse el triunfo de manera cómoda y recuperando el average, comenzó a fallar en ataque y a dar una última oportunidad a su rival.

El final resultó un desfile por la línea de tiros libres en el que salió vencedor el que menos falló. Roll llegó a errar tres consecutivos, se acercó el Tenerife con un par de adicionales, pero la diferencia fue, una vez más, Pedro Llompart. Dan igual las circunstancias de partido. Siempre se puede contar con el balear: ayer 8/8, todos al final, todos con la victoria en juego. Sufriendo, el CAI sumó una nueva victoria y ya son once en la Liga Endesa.