A falta de 1,7 segundos para el final, Jason Robinson puso al CAI Zaragoza por delante en el marcador por primera vez en todo el encuentro. Fue la definitiva. El equipo de Joaquín Ruiz Lorente obtuvo su primer triunfo de la temporada en una pista en la que cuenta sus partidos por victorias, el pabellón Santiago Martín de Tenerife, evidenciando algunos de los problemas de la primera jornada pero mostrando también su cara más competitiva. No se dejó ir nunca el CAI a pesar de ir siempre por detrás en el marcador, pese a su aciago día desde los 6,75 (2/20), aun cuando el triunfo parecía imposible. No lo cerró el Tenerife, que también falló lo suyo, y los zaragozanos supieron ganarse una oportunidad, solo una, ya al final, sin margen de error, para aprovecharla y llevarse la victoria de las islas (66-67).

Jason Robinson fue el nombre propio, el jugador que certificó el triunfo en un final de infarto. El norteamericano encestó después de que Jelovac recuperara el rebote del segundo tiro libre que erraba Richotti --cosa poco previsible-- tras una personal de Goulding y que podía haber sellado definitivamente la victoria local. La canasta de Robinson cerró el mejor cuarto del CAI Zaragoza, el último. En los tres anteriores, encestar se había convertido en un suplicio. 14, 12 y 15 puntos sumó respectivamente en los tres primeros cuartos, con cuentagotas, con enormes problemas de lejos, sin contundencia por dentro. El Iberostar Tenerife tampoco tenía su mejor día, pero consiguió encarar los últimos diez minutos con la máxima en el marcador, diez puntos (51-41). El CAI encontró su camino al final y cerró su mejor parcial, 15-26, para remontar el marcador.

La canasta fina, la ganadora, fue obra de Jason Robinson pero de nuevo la aportación de los exteriores resultó escasa. O, al menos, más escasa de lo que cabe esperar de jugadores con la calidad y la facilida para anotar como los que se supone que tiene el CAI. La última fue la segunda canasta de Robinson en todo el encuentro, mientras que Goulding sumó cuatro puntos y Llompart, ocho. Lisch se quedó sin anotar, igual que los dos aleros, Sastre y Tomás. De nuevo, la producción aragonesa estuvo por dentro. No brilló Norel, con solo 2 puntos, pero sumó Katic (8), sumó más Jelovac (14) y sumó mucho más Landry (23), verdadero puntal del CAI.

SIN TRIPLES

En el Tenerife sucedió lo que podía esperarse después del primer partido. Sekulic (17) y Sikma (13) llevaron la voz cantante en ataque y crearon numerosos problemas al CAI Zaragoza. Aunque, en realidad, al CAI suelen crearle problemas casi todos los pivots rivales. El conjunto de Alejandro Martínez se agarró a sus jugadores grandes porque, por fuera, no era día para nadie. El Tenerife firmó un discreto 5/26 en triples, pero el CAI se quedó en un inaudito 2/20. Tan solo Landry acertó desde los 6,75, el resto del equipo falló una y otra vez, alguno hasta seis veces, como Jelovac. Al menos el CAI le ganó el rebote a su rival, igualó en pérdidas y, lo más importante, supo mostrar su espíritu de equipo, no dejó de trabajar ni de intentarlo hasta el final. Y esa insistencia tuvo premio. El CAI no fue brillante, ni siquiera fue mejor que su rival en muchas fases, pero supo ganar en un mal día y eso también cuenta. Por algo se empieza.