Rodrigo San Miguel, que ha sido presentado este jueves a los medios de comunicación como nuevo jugador del Basket Zaragoza 2002, ha señalado que no regresa a su ciudad natal, Zaragoza, para retirarse sino que, al contrario, quiere demostrar que le queda "mucho baloncesto".

"Que no se piense la gente que llego con 34 años a retirarme y a verlas venir. Vengo a tope y a demostrar que me queda mucho baloncesto", ha resaltado el nuevo base del conjunto zaragozano, que ha añadido que quizá el jugador que se marchó de la capital aragonesa hace quince años sí que hubiera regresado con esa sensación de tener que demostrar que había que agradar a todo el mundo pero que, al final, los años lo que dan es "un poso de serenidad y tranquilidad para afrontar nuevos retos".

"No estoy ni más presionado ni con más ansiedad sino con ganas, ilusión y energía renovada de empezar un proyecto muy bonito y muy ilusionante. Soy muy feliz", ha destacado, a la vez que ha añadido que mantiene la ilusión de cuando empezaba "e incluso más".

"He mejorado en experiencia, en personalidad y en conocimiento del juego. También físicamente estoy más trotado pero soy un jugador muchísimo más solido que entonces", ha analizado.

El nuevo jugador del Basket Zaragoza 2002 ha desvelado que desde que tuvo una conversación con el director deportivo del equipo, Pep Cargol, lo tuvo claro y vio que volver a Zaragoza era una posibilidad real: "apostaban por mí como jugador aparte del hecho de ser de aquí y lo que eso conllevaba. Lo que me gustó es que se me quería por lo que yo podía aportar al grupo y por los valores que podía transmitir como experiencia o profesionalidad y que tengo mucho baloncesto".

El base maño ha destacado que volver a jugar en el equipo de su ciudad natal después de 15 años significa muchas cosas después de muchos años como profesional: "siempre había tenido clavada la espinita de demostrar en mi ciudad y delante de los míos que Rodrigo San Miguel era un jugador válido para el equipo de su tierra y que podía dar muchas alegrías, pero durante mucho tiempo, por circunstancias, no se había dado la posibilidad pero ahora estoy donde quiero".

El próximo director de juego del conjunto 'rojillo' considera que es bonito que haya dos bases zaragozanos (el internacional sub-20 Carlos Alocén será el otro) en el equipo después de mucho tiempo sin jugadores maños en el baloncesto de élite.

"Que coincidamos dos bases es algo importante para la ciudad y para los jugadores que vienen por detrás para que tengan referentes y que vean que con trabajo y esfuerzo se puede llegar", ha apostillado.

San Miguel ha recordado que las cinco temporadas que ha pasado en el C.B. Canarias han sido "increíbles" y que en Tenerife había vivido "la mejor parte" de su carrera deportiva, pero ha apuntado que era el momento de finalizar esa etapa y que quería arrancar una nueva en Zaragoza.

"En el C.B. Canarias fueron conscientes de que mantener un jugador que no quería estar no era lo ideal y los dos clubes se pusieron de acuerdo. Agradezco ese esfuerzo y entender mi posición", ha señalado.

Sobre la plantilla que está conformando el conjunto aragonés ha indicado que se encuentra "muy ilusionado", que es una mezcla de "veteranía y juventud" y que una de las cosas que se han hecho bien es dar continuidad a una buena parte de los jugadores de la pasada temporada, algo que considera que es "una forma ideal de crecer para los equipos y que da estabilidad".

Con respecto a su nuevo técnico, Porfirio Fisac, ha declarado que le entrenó hace muchos años en las selecciones inferiores españolas pero que no es lo mismo que en profesionales. "Lo que percibo es lo que he visto cuando he jugado contra él y lo que he visto en sus equipos y me gusta mucho su mentalidad, su forma de juego, sus ganas de divertirse. Eso me ha atraído, encaja con mi forma de juego y me va a venir muy bien", ha asegurado.