Tiró de orgullo el Tecnyconta Zaragoza, sacó el carácter, el genio, la rasmia. Respondió como se debe a una paliza como la del viernes, demostrando que no es un invitado de piedra, que puede hacer sudar al Barcelona, aunque no sea suficiente para ganar. Fue lo que hizo ayer en el Palau Blaugrana en el segundo partido de las semifinales. Dominó el marcador durante 26 minutos, no se fue del partido en ningún momento, se mantuvo con opciones hasta el final. Llegó hasta donde pudo y le dejaron, con un arbitraje especialmente permisivo ante la defensa azulgrana. «Demasiada gente que sale con sangre y no pasa nada», resumió Fisac. Seibutis, Vázquez y Radovic acabaron ensangrentados. Al final, se impuso el equipo de Pesic (76-70).

Esta vez el Tecnyconta fue fiel a sí mismo, a su estilo, a lo que le ha traído hasta aquí. Salió con una defensa en zona que se le atragantó al Barcelona, muy activo atrás, tocando balones, recuperando, y con más confianza en ataque. Se atascó el equipo de Pesic, mucho menos acertado de tres que el viernes, y aparecieron Okoye y Radovic para lanzar al Tecnyconta. El equipo aragonés llegó a dominar por 13 puntos y, hasta el mintuo 26 de partido, no consiguió el Barcelona ponerse por delante en su propia casa. Señal de lo bien que lo estaba haciendo el Tecnyconta.

Y lo hizo sin McCalebb, que finalmente se quedó fuera por sus problemas musculares. Entró en la convocatoria Vit Krejci. Se le fueron acumulando los problemas al Tecnyconta. En el salto inicial acabó sangrando Seibutis, que tuvo que sentarse. Luego fue Fran Vázquez quien acabó con un ojo a la virulé. Más tarde Radovic sangraba por un codo... Pero no pasó nada. Ni una antideportiva, ni una técnica... solo se la señalaron a Fisac en el tercer cuarto. Desde luego el arbitraje no puso ningún listón a la defensa azulgrana.

Aún así, fue valiente el Tecnyconta, que tuvo que jugar muchos minutos con Santana, Berhanemeskel, Barreiro, Martín y Williams en pista, un quinteto de circunstancias obligado por las faltas y los diferentes golpes. Y aún así tuvo que sufrir y sudar el Barcelona hasta el último minuto, tuvo que ganarse cada punto hasta la victoria final. El Tecnyconta vendió muy cara su derrota, utilizó todas las armas de las que dispuso y llegó a sus límites. Mejoró su imagen y se fue con la cabeza bien alta. Aunque también frustrado, porque dándolo todo ni le llega ni le dejan.

Al Barcelona le costó 26 minutos empezar a gobernar el resultado (51-49 con una bandeja de Heurtel, quién si no), y a partir de ahí no soltó su dominio, aunque el Tecnyconta se agarró con uñas y dientes al partido. Pese a un tercer cuarto en el que solo pudo anotar 11 puntos, el equipo de Fisac se aferró con todo al partido. Reapareció Seibutis, el más listo, para sostener al equipo, y la ventaja azulgrana oscilaba entre los dos y los diez puntos, rara vez por encima de la decena.

Mucho menos se rindió en los últimos diez minutos, en los que quiso defender más, recuperar más balones. Pero el Barcelona también aumentó su intensidad defensiva, obligando a los aragoneses a alargar sus ataques, a no hacer el juego rápido que le gusta. Le faltó más acierto al Tecnyconta, se quedó sin puntos al final. Esta vez no hubo remontada ni milagro. No porque no la buscara el conjunto de Fisac, no porque no la mereciera. Sino porque la diferencia entre ambos equipos es abismal y si, además, el Barcelona puede defender como quiera sin que se señale nada, entonces ya no hay nada que hacer. Al final del partido al Tecnyconta le habían señalado 23 personales por 18 al Barcelona. Todo en orden.

76 - Barça Lassa (14+22+25+15): Pangos (7), Ribas (5), Singleton (6), Claver (4), Tomic (10), Hanga (10), Heurtel (21), Pustovyi (-), Oriola (6), Kuric (7).

70 - Tecnyconta Zaragoza (21+19+11+19): Okoye (9), Seibutis (12), Radovic (12), Alocén (5), Vázquez (2), Justiz (8), Martín (7), Barreiro (2), Berhanemeskel (6), Santana (4), Williams (3), Krejci (-).

Árbitros: Carlos Peruga, Jordi Aliaga, Raúl Zamorano. Expulsaron con cinco faltas a Justiz.

Incidencias: Partido correspondiente al segundo partido de los playoff de la Liga Endesa disputado en el Palau Blaugrana ante 5.891 espectadores.