Casademont Zaragoza y Movistar Estudiantes viven en realidades opuestas, uno sueña y el otro no sabe cómo despertar de su pesadilla. El conjunto aragonés es tercero y piensa en «algo más», como dice su técnico, es decir, en la Copa, cuando aún quedan seis partidos para que concluya la primera vuelta. Los madrileños buscan desesperadamente la salida al callejón en el que se encuentran tanto deportiva como económicamente: son colistas, están inmersos en una ampliación de capital y acaban de vender a uno de los emblemas de su cantera, Darío Brizuela. Se diría que es el momento ideal para que el Casademont siga avanzando, pero Fisac no se fía ni de nada ni de nadie, recela de rivales heridos y necesitados porque el equipo ya ha caído en trampas como la de este domingo (12.30 horas).

El equipo aragonés llega con la euforia del mejor triunfo de su historia frente al Real Madrid y tras sobrevivir a dos prórrogas ante el Brindisi en la Champions. Una circunstancia, esta última, que alteró los planes de rotación del técnico y aumentó un poco más la carga de minutos. En cualquier caso, llegan todos bien con la duda de Fran Vázquez, con opciones de reaparecer, y conscientes de que aquí está su batalla y de que no pueden despistarse ante un rival que no debe seguir dejando escapar oportunidades. El regreso del gallego, una gran noticia, obligaría a Fisac a realizar un descarte.

En el Estudiantes, en cambio, se acumulan las noticias y casi ninguna es buena. Para empezar, los resultados han dado la espalda al equipo esta temporada. El conjunto que dirige Aleksandar Dzikic solo ha ganado tres partidos en once jornadas, lo que le relega al último puesto de la tabla empatado con el Manresa y el Betis. Para seguir, el presidente de la entidad, Fernando Galindo, lleva semanas lanzando aquí y allá un SOS desesperado pidiendo ayuda económica después de que se abriera una ampliación de capital de cinco millones.

El Estudiantes acumula una deuda de siete millones de euros y la obligación de pagar cada año 1,4 millones derivada de la firma del convenio de acreedores del 2010. Para acabar, y en parte para solucionar este problema acuciante de liquidez, el club ha traspasado esta misma semana a Darío Brizuela al Unicaja por unos 300.000 euros, que se unirán al ahorro de la ficha de uno de sus jugadores emblema. El Estudiantes decidió este verano igualar la elevada oferta que el Valencia presentó por él en el tanteo.

Más allá de cuestiones sentimentales e, incluso, de las que afectan a la composición interna de los grupos, la baja de Darío Brizuela supone que Dzikic se ha quedado sin su mejor anotador hasta la fecha (14,1 puntos). Eso deja ahora como referentes a Phil Scrubb (11), Kadji (10,6) y Pressey (10,3). Habrá que ver también la aportación de Toney Douglas, la última incorporación de la dirección deportiva en manos de Willy Villar, que debutó la semana pasada en Sevilla. El equipo estudiantil no comenzó desentonado la competición, alternando victorias y derrotas hasta el 3-3 con el que alcanzó la sexta jornada, pero desde entonces acumula cinco derrotas seguidas. No gana desde el 26 de octubre en Málaga.