A falta de un segundo para el final Damjan Rudez, croata, nacido en Zagreb, exjugador del Cedevita, recibió el balón de Llompart, se levantó desde más allá de los 6,75 metros en la esquina derecha, al lado del banquillo local, y anotó el triple que decidía el partido y mantiene con vida al CAI Zaragoza en la Eurocup. El conjunto aragonés logró su segundo triunfo del grupo y ahora necesita ganar el próximo miércoles al Besiktas turco, que cayó en casa ante el Lietuvos, para poder acceder a los octavos de final de la competición. La diferencia de puntos que necesite dependerá del resultado del otro encuentro, entre Lietuvos y Cedevita, ya que todavía es posible un cuádruple empate a tres victorias en el grupo P de este Last 32.

Esa misma igualdad fue la que predominó el choque en el Dom Sportova, con ambos equipos vigilándose muy de cerca durante los 40 minutos. De hecho, la máxima ventaja fueron los cinco puntos que el Cedevita consiguió en los últimos minutos del encuentro. En esta ocasión, el CAI Zaragoza tiró de carácter para no dejar marchar a su rival --con un Delas muy acertado de tres en esos momentos-- y con los puntos de Tabu, Jones, Norel y el último triple de Rudez logró darle la vuelta definitiva al marcador (74-77).

El juego interior fue el protagonista en ambos equipos. El CAI comenzó buscando y encontrando a Shermadini y Jones, que formaron juntos de inicio. En el segundo cuarto se unió Henk Norel, que volvió a firmar buenos números en su tercer partido de la temporada. En el Cedevita era el joven Nurkic el que dominaba la pintura, bien secundado por Bilan. Más problemas tuvo el conjunto aragonés con su lanzamiento exterior. Los interiores mantuvieron al equipo zaragozano en la primera parte, con la mitad de sus 50 puntos anotados por sus tres cincos.

Echó de menos la aportación del perímetro el CAI hasta que Jonathan Tabu asumió el mando como anotador. Los 15 puntos del belga, tres de ellos como triples, fueron la tabla de salvación del CAI, que se mantenía muy cerca de su rival aunque con el empate como máximo, sin conseguir ponerse por delante. El CAI Zaragoza llegó al último cuarto con opciones de victoria a pesar de que no daba síntomas de mejoría, pero volvió a estar desesperante los primeros siete minutos en los que la aparición de los jugadores exteriores, desaparecidos el resto del enfrentamiento, evitó males mayores.

Aún así los balcánicos habían conseguido la mayor renta a su favor (71-66) a falta de dos minutos y 26 segundos que ponía las cosas muy complicadas. El acierto foráneo le puso por delante (71-72) a falta de 1.20, aunque los balcánicos forzaron el empate a 74 a falta de diez segundos. El equipo de Abós jugó bien sus bazas, movió la bola hasta encontrar a Rudez que anotó un triple a falta de dos segundos para que su equipo se llevara una un triunfo crucial. En su casa, delante de su familia y amigos, el croata mantiene vivo al CAI y su sueño de alcanzar los octavos de final de la Eurocup.