Las quinielas de la LEB se escriben sobre papel mojado y con tinta invisible. Su validez está bajo sospecha por la idiosincrasia de una Liga paranoica, de presagios volátiles y proclive a los terremotos. Las revelaciones son una máxima incorregible de este campeonato que año tras año esconde un conejo en su chistera. En esta ocasión, las orejas y el rabo de la suerte le han salido al Huelva, el rival con el que el CAI cerrará mañana la primera vuelta de la fase regular.

El efecto Plasencia se ha trasladado al sur y descansa a orillas del Odiel. Allí se ha hecho fuerte un Huelva que marcha tercero en la clasificación --doce triunfos y cuatro derrotas-- y basa su poder en una voracidad caníbal como local --seis victorias y una derrota-- y una actitud ejemplar en defensa. Es el equipo con la muralla más impenetrable y promedia sólo 70 puntos encajados.

CONFIANZA EN COSTA La eclosión onubense tampoco ha cogido por sorpresa a los analistas más cerebrales de la LEB. Nadie le daba como favorito al ascenso. En ese vagón de lujo sólo había tres plazas y estaban reservadas para el Fuenlabrada, el Murcia y el CAI. El Huelva estaba escondido en un furgón de segundones con aspiraciones. Aparecía como el tapado y se ha descubierto como un enemigo letal. El Huelva ha iniciado la Liga de forma regular y mañana tiene la oportunidad ante el CAI de entrar en la Copa del Príncipe y subir un escalón más hacia el ascenso, una cota que ya consiguió de forma esporádica en un pasado reciente. Estuvo en la Liga ACB una temporada, en la 97-98.

No obstante, algunas pistas indicaban la posibilidad del salto a la fama. Es un club atípico por la serenidad de sus acciones y la falta de volantazos bruscos para bien de la cabeza de su técnico. La directiva cree con ceguera en la sapiencia de Quim Costa. El técnico catalán no evitó el descenso a la LEB-2 --anulado por la Federación-- en un playout desigual ante el CAI hace dos temporadas. El club le otorgó una segunda oportunidad, que no fue desaprovechada. Cerró la Liga regular en octava posición y puso entre la espada y la pared al Bilbao en los cuartos de final en los playoffs (3-2).

La segunda clave reside en la puntería de la secretaría técnica para cazar jugadores buenos, bonitos y baratos. El conjunto andaluz suele acudir a sus vecinos ACB en busca de auxilio. Ha encontrado en el Unicaja de Málaga y en el Caja San Fernando sevillano a dos mecenas generosos y utiliza sus descartes para armar sus plantillas. Antonio Morón o Kortaberria (exUnicaja) o Sergio Sánchez (exCaja) son ejemplos de ello. Este año también han pescado una pieza soltada por el Granada (Liñán) y otra del Canarias (Montas). A esto suma la inclusión de americanos de calidad como Ugonna Oniekwe, libre tras realizar una campaña meritoria con el León.

LA MALDICION A pesar del recuerdo dulce del playout , la memoria del CAI no alberga buenos instantes de sus visitas a Huelva. En la fase regular siempre ha perdido, maleficio que espera romper en esta ocasión. No lo tendrá fácil, ya que el conjunto de Costa se muestra intratable ante su parroquia y sólo ha tenido un desliz en una derrota ante otro de los poderosos, el León (68-80).