Si algo ha mejorado notablemente el Tecnyconta de Porfirio Fisac con respecto a las temporadas precedentes es el rebote. El equipo aragonés se ha mostrado muy solvente en esta faceta durante todo el curso, superando las 40 capturas en nueve de los 22 partidos que ha disputado y escalando a los primeros puestos de un ranking en el que normalmente estaba a la cola. Por eso resulta especialmente sorprendente que el domingo en el WiZink Center perdiera estrepitosamente esa batalla contra el Estudiantes. Los colegiales sumaron 40 capturas, mientras que los aragoneses se quedaron en solo 25, su cifra más baja de la temporada igualando la de la séptima jornada contra el Tenerife (aunque aquel día ganó el Tecnyconta).

Así, no es de extrañar que el domingo el rebote lo cogiera Porfirio Fisac. «Hoy no me siento a gusto porque el baloncesto que hemos hecho no es el que debe ser. No hemos sido valientes, no hemos tenido ritmo, no hemos estado con fuerza, no hemos reboteado y no hemos estado con buenos porcentajes», fue el resumen del encuentro del técnico segoviano. El escaso acierto desde todas las distancias y la falta de nuevas oportunidades a través del rebote fueron un cóctel letal para los intereses del Tecnyconta, que en ningún momento pudo hacer frente al Estudiantes.

El peor día en esa faceta fue en el Palau Blaugrana. En la cuarta jornada, el Barcelona barrió al Tecnyconta también en el rebote con 55 capturas por las 28 aragonesas. Ese ha sido el peor dato porque el resto de jornadas o se ha impuesto el conjunto zaragozano o ha estado muy cerca de su rival. De las 22 jornadas disputadas el Tecnyconta ha ganado el rebote en once y lo ha perdido en diez, empatando en otra. En nueve ocasiones ha superado las 40 capturas y su media es de 36,55 por jornada, lo que le sitúa en el cuarto puesto de los rebotes totales solo superado por Breogán, Real Madrid y Barcelona. Únicamente en dos ocasiones se ha quedado por debajo de los 30, en las ya mencionadas de Tenerife y el domingo en Madrid.

DOS CONSECUENCIAS

Precisamente por ahí, al perder una de sus señas de identidad, se le escapó el partido contra el Estudiantes. Tiros mal seleccionados, precipitados y por tanto sin el equipo bien situado para cargar el rebote o la falta de energía y de empuje son algunas de las razones que explican una diferencia tan abultada a la hora de mirar el aro. La consecuencia de perder esa batalla es doble, no hay segundas oportunidades tras fallar un tiro y el rival puede recuperar y correr, como bien hizo el Estudiantes el domingo en varias ocasiones. El Tecnyconta solo cogió cinco balones tras un tiro propio.

Normalmente es al revés y es el equipo de Porfirio Fisac quien domina los aros, una de las razones que le han llevado a sumar once victorias en 22 jornadas, supliendo también así algunas lagunas defensivas mostradas en ciertas fases de la temporada. Sin embargo, en Madrid el equipo no tuvo la energía de otras ocasiones, ni para defender, ni para rebotear ni para generar buenas situaciones de ataque moviendo el balón. El Tecnyconta estuvo lejos de su mejor versión y eso le llevó a la derrota. Ahora debe trabajar para recuperar la regularidad y afrontar el tramo final en disposición de soñar, para no quedarse en tierra de nadie demasiado pronto. El domingo le espera el Murcia y después recibe consecutivamente a Baskonia y Unicaja. Se acercan curvas así que el Tecnyconta tendrá que dar lo mejor de sí mismo.