El playoff no es el final sino un principio. Así lo entiende el Tecnyconta Zaragoza, que no se conforma con haber terminado sexto, la segunda mejor clasificación de su historia, ni con disputar unos cuartos de final. Sabe que no es favorito, entiende que el Baskonia es un «transatlántico», en palabras de Porfirio Fisac, pero reclama su derecho a soñar y apela a la máxima ambición para intentar dar la sorpresa ante el equipo de Velimir Perasovic. El primer asalto es en el Buesa Arena a las 20.15 horas.

«Aún no hemos dicho nuestra última palabra», «No hemos terminado», «Ahora, a por el playoff», fueron los mensajes lanzados por el club y los jugadores nada más concluir el partido ante el Manresa. Ayer Porfirio Fisac fue más allá y pidió un paso más a sus jugadores. Alertó de que ha detectado cierta relajación estos dos días de trabajo y comenzó su discurso diciendo que odia el conformismo y que no quiere que sus jugadores piensen que ya ha terminado la temporada. El argumento del técnico tiene que ver con la oportunidad que se le presenta al Tecnyconta, como colectivo, y a los jugadores y a él mismo de manera individual de crecer profesionalmente y alcanzar otro nivel.

Y tiene que ver con el hecho de que la gran mayoría de la plantilla, incluido el entrenador, se encuentran ahora en un escenario inédito, la disputa de unas eliminatorias por el título, en el que solo cabe mostrar todo el hambre y toda la ambición posibles. Tampoco es muy habitual para el Basket Zaragoza. El club ha competido diez años en la Liga Endesa y esta es la tercera vez en su historia que va a disputar un playoff, por lo que lo normal, lo más habitual, es que el equipo aragonés no se encuentre en esta tesitura. Una circunstancia que invita a la fiesta y a la relajación. Justo lo que lo no quiere el entrenador. Al fin y al cabo el deporte consiste en explorar los límites del ser humano, de su capacidad de mejora y superación.

Así que Porfirio Fisac, el Tecnyconta Zaragoza, no quiere celebrar nada, no quiere salir a disfrutar el momento. Quiere sufrir, quiere competir y quiere ganar. El camino del equipo aragonés hasta llegar aquí es el correcto en ese sentido. El Tecnyconta ha terminado sexto porque ha conseguido ser un equipo unido, lleno de fe y capacidad para levantarse una y otra vez. Que ha sabido hacer que sus muchas virtudes tapen sus no menos evidentes defectos. El último partido contra el Manresa es un buen ejemplo de ello, por la actitud, implicación, compromiso que mostró el equipo, porque todos dieron el máximo.

JANNING, ÚNICA DUDA / Esa es la línea a seguir en lo que se presume una batalla aún más difícil que la del domingo. Porque el Tecnyconta va con todo después de la recuperación de Fran Vázquez y de que Latavious Williams haya superado el percance que le impidió jugar más el pasado domingo, pero es que el Baskonia ha recuperado a todos sus efectivos y ya está en modo playoff. Después de quedarse sin Final Four de la Euroliga siendo el anfitrión y de ser eliminado en cuartos de final de la Copa del Rey por el Joventut, la Liga es la última oportunidad del Baskonia para pelear por un título. Y tras los muchos problemas físicos sufridos a lo largo del año, ha recuperado a sus piezas importantes para el momento clave. El último en reincorporarse ha sido el base Jayson Granger. La única duda para hoy es la de Matt Janning, que ha vuelto a entrenar esta semana.

Para Fisac las claves serán el hambre de sus jugadores, saber distanciarse de los halagos recibidos por el sexto puesto y jugar el partido de hoy como si fuera el último, sin pensar que es una eliminatoria al mejor de tres. «Sabemos a lo que nos enfrentamos, a un transatlántico que ha recuperado a todo el mundo y vamos a ir a una batalla en la que ellos están con pistolas y nosotros con cuchillos, pero tenemos que pelear como si fuera el último partido. Es un grado importante que como profesionales no seamos conformistas con lo que hemos hecho y sí ilusionistas del futuro», señaló el entrenador.

ARRIESGAR / También avisó de que va a arriesgar en sus decisiones, en sus rotaciones, para llegar lo más entero posible al final. «Todos los halagos que hemos recibido y la clasificación son pasado, lo que queremos mostrar es un equipo entero, duro, valiente, que va a tomar muchos riesgos y que no le importa el resultado o si va a perder de uno o de treinta, pero que va a luchar por estar uno arriba», destacó. «Cada partido se va a jugar como si fuera el último y como si solo hubiera uno solo. Es lo que pretendemos, ese grado de ambición, ilusión y coraje que estoy buscando en la plantilla. El sexto puesto ha conllevado una relajación y una bajada de intensidad y parece que se ha hecho todo y ha acabado la Liga, y no es así porque ahora comienza algo por lo que todos podemos dar un salto».